La donación realizada de 25 obras maestras de arte antiguo supone "un auténtico y emotivo aldabonazo al corazón de la colección de pintura española" del Prado, en opinión del director del museo Miguel Zugaza.

Con obras que cubren lagunas, como es el caso de Pedro de Campaña, o que refuerzan a artistas ya presentes en el museo, como Zurbarán o Goya, esta donación "que se incorpora al elenco de las grandes donaciones del museo", enriquece la colección del museo especialmente en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron en España entre los siglos XVI y XIX.

El presidente del Patronato del Prado, José Pedro Peréz Llorca, y el director del museo, Miguel Zugaza, se reunieron con los medios de comunicación tras la reunión plenaria del Patronato, en la que se aceptó la donación de Plácido Arango, que fue presidente de este Patronato entre 2007 y 2012 y actualmente es Patrono de Honor del Prado.

Además, durante esta reunión se han incorporado como nuevos patronos el hispanista John Elliott y Álvaro Fernández Villaverde, marqués de Santa Cruz y ex presidente de Patrimonio Nacional.

El presidente del Patronato ha comentado "la elegancia" con la que Plácido Arango ha realizado la donación, "ya que no quiere ningún acto público de agradecimiento en el que él esté presente".

Esta no es la primera donación que el empresario mexicano afincado en España hace al Prado ya que en 1991 donó una primera edición de los "Caprichos" de Goya, ha recordado Miguel Zugaza, quien ha explicado que a pesar de ser una donación en usufructo vitalicio les "ha facilitado poder exponer gradual y periódicamente las obras en presentaciones especiales".

Así ocurrirá a partir del 7 de julio en que una selección de diez obras se exhibirán temporalmente en su contexto, o en el caso de la exposición temporal que el Prado dedicará a Luis de Morales a partir de octubre y que contará con las dos obras donadas de este autor.

Miguel Falomir, director adjunto del museo, ha calificado también de excepcional la donación, que abarca desde 1528 hasta 1824. Por una parte, "ayuda a paliar algunas lagunas de autores importantes que no estaban en el museo, como es el caso de Felipe Pablo de San Leocadio, Pedro de Campaña, Francisco Barrera y Francisco López Caro".

Además, "refuerza a autores ya representados" como Zurbarán con las pinturas "Inmaculada Concepción", "Inmaculada niña" y el hamletiano "San Francisco en oración", que permiten al Prado zanjar su deuda con el pintor extremeño. "De todos los maestros del Siglo de Oro español, es el peor representado, con esta donación se palía la carencia".

Para Falomir es especialmente importante que la donación de los "Toros de Burdeos" de Goya unidos a la donación previa de los "Caprichos", culminan la magnífica colección de la obra impresa del maestro aragonés en el Prado.

Falomir ha destacado finalmente el extraordinario estado de conservación de las obras de esta donación, que no tiene ninguna contrapartida y cuya valoración económica no se ha realizado todavía.

rqm

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