El desencuentro entre Raúl Cremoux, director general de Canal 22, y Juan Jacinto Silva, el director de noticias, el pasado viernes por cuatro tuits que había publicado en su cuenta personal la periodista María Idalia Gómez, donde acusaba la censura de Cremoux contra dos programas de periodismo crítico: El observador y Global 22, desató un conflicto laboral interno, que estalló el lunes, cuando Canal 22 celebró 22 años con un austero desayuno al que no acudió nadie del equipo de noticias.

El viernes 19 de junio se conoció la salida de Juan Jacinto Silva Ibarra, luego de 15 años de trabajo; dos días después comenzó a circular en las redes sociales una carta redactada por Marco Lara Klahr y firmada por 12 colaboradores de los programas que denuncian censura, entre ellos: Ariadna Ambriz, Ollín Buendía Salazar, María Idalia Gómez, Magaly Quintero y el propio Lara Klahr. La censura se volvió noticia.

Marco Lara, jefe de información de Global 22 y El observador, dijo que desde hace varios meses ha habido “síntomas severos e inéditos de presión” hacia la dirección de noticias que llevaba Silva. Detalló en entrevista telefónica que, por ejemplo, se redujo el tiempo de transmisión de una hora a media (de El observador), y que hubo constantes cambios de horarios y de día de transmisión, cuando un programa como éste es único en su concepto de periodismo de investigación en el 22, y es realizado con un equipo de periodistas que abordaba temas como violencia social y derechos humanos.

Para Lara Klahr, Cremoux es una persona ajena a la vida del Canal: “Es un viejo periodista adosado al poder y al priísmo, que llegó como muchos periodistas a ganar tiempo, no tenía ningún vínculo con la comunidad del Canal, su vínculo es de manotazos, es alguien que sistemáticamente impone y dispone”.

El pasado lunes, día del festejo, Cremoux —director desde enero de 2013, nombrado por el titular de la SEP, Emilio Chuayfett—, acudió al área de noticias de la televisora para presentar al sustituto interino de Silva; se trata de Rafael García Villegas, quien también es productor y conductor en el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense y cuyo nombramiento será “sometido al Consejo de Administración para que más tarde pueda ser el director con todas las características que debe de ser”, dijo Cremoux al equipo de noticias.

Durante el encuentro, en el que tuvo roces con Guadalupe Pereyra, reportera y productora cultural, porque ésta dijo que Juan Jacinto no había incitado la carta que circula en las redes sociales, Cremoux dijo: “El motivo de esta reunión es desmentir que él ha sido corrido, desmentir que van a tener la misma suerte 17 personas; no es cierto, no es un engranaje para sustituir piezas, no es una purga soviética, todo lo contrario, quien lo quiera entender muy bien, quien no se sienta cómodo porque no hay aumento salarial, las puertas están abiertas”.

En el audio, en poder de EL UNIVERSAL, también dijo que hace 22 años él fue el único de 800 firmantes que se opuso a la creación de Canal 22 porque ya existía Canal 7 de Imevisión, pues era un cinecanal y un cultural marginal que apenas tendría unos 3 mil televidentes.

El mismo lunes, los directivos comenzaron a hacer circular entre los trabajadores otra carta para que la firmen, y que dice: “Los trabajadores de Canal 22 reiteramos nuestro compromiso de difundir los contenidos culturales” y que “desafortunamente el día de ayer se difundió una nota infundada en acusaciones por parte de un pequeño grupo de trabajadores donde argumentan temas de censura; los cuales no representan el sentir de todos los que conformamos a esta televisora”.

En la misiva, dirigida a los televidentes y a los medios de comunicación, los firmantes dicen querer dejar por escrito “que dichos supuestos son falsos”.

Esa misiva, de la que tiene una copia EL UNIVERSAL, circula entre los trabajadores que tienen contratos que vencen este mes y aun no saben si se los renovarán, y si es así, quién lo va a firmar: Rafael García Villegas o Juan Jacinto Silva, quien por ahora va todos los días al canal para que no sea acusado de abandono de trabajo.

La versión de la dirección. Raúl Cremoux negó en entrevista telefónica que fuera un censor y aseguró que la problemática que vive el canal es por el recorte de recursos. Un recorte que, aseguró, es de 34 millones de pesos y que no sólo saldrán del aire El observador y Global 22, sino que pueden quedar fuera La música con Manzanero, las transmisiones de la FIL y del Cervantino, y La dichosa palabra, el programa más exitoso de este Canal.

“Pensar que yo he censurado no es solamente calumnioso sino una falacia. En televisión se trabaja por convenio, por contrato. Y puede o no continuar algo si el producto es bueno o si tenemos recursos”, dijo.

Sobre el futuro del Canal dijo: “Sigue con la vocación que tiene, la misión que le fue encomendada hace 22 años de estar en el área educativa y cultural”. Y sobre la celebración de su aniversario, señaló: “Nosotros no estamos para celebrar, lo hicimos con austeridad republicana, y el dinero que sobre va a la pantalla, no va a otra parte, fue un desayuno muy rico con tamales, chocolate, café, y donde todos estuvimos contentos”.

¿Qué se dijo de esta situación del equipo? “Nada. Habló la líder sindical y señaló que todo estaba bien”.

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