Parece que a la Secretaría de Cultura Federal y al Instituto Nacional de Bellas Artes les importa mucho lo que se diga de ellos en Change.Org, así sean comentarios clasistas e intolerantes hacia visitantes del museo.

Pues resulta que desde ayer por la noche en esa famosa plataforma comenzó a circular una denuncia contra una actividad de extensión cultural a la que el Museo Nacional de Arte (MUNAL) convocó la semana pasada, como parte de su exposición "Melancolía".

El evento, lanzado en su página web y en sus redes sociales, invitaba al público interesado a bailar salsa en el Salón de Recepciones y el Patio de los Leones como parte de una iniciativa del artista Daniel Godínez Nivón.

 

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"Salón Munal. Donde las penas se van bailando" tendría cuatro fechas, el viernes pasado, hoy y los próximos dos viernes. La primera fecha, tal como se ve en las fotografías que los asistentes compartieron en redes sociales, convocó a cierto número de personas que sacaron sus mejores pasos de baile. El de este viernes había generado mucha expectativa.

Pero hoy, de pronto, la invitación del evento despareció de sus redes sociales. Lo que llama la atención, nos dicen, es que las autoridades del INBA, del Museo o de Arenal hayan cedido a una denuncia cuyos firmantes se manifiestan con comentarios insultantemente ofensivos hacia quienes gustan del baile y la salsa, manifestaciones culturales de primera línea. ¡Qué vergüenza! ¿Quién habrá tomado la decisión de cancelar el evento?

"Me parece un insulto de esa gente reguetonera desvirtuado el espacio cultural de los Mexicanos, hay lugares que merecen ser respetados por lo que significan y por lo que resguardan", "Es increíble el nivel al que ha caído el arte y la estética en este país, el patrimonio nacional en manos de una vulgar 'Doctora' que como siempre los amiguismos y el nepotismo de este país. Que vergüenza. El MUNAL pisoteado por nacos desvergonzados" (Sic).

"Uso indebido de espacios culturales, y que no me salgan con que la música y el baile es cultura" son algunos de los comentarios de los que firman esta petición contra una actividad que, dicen, "desvirtúa el espacio" y pone en peligro su conservación. "El piso de madera ha quedado dañado y necesita ser restaurado", afirma la petición. No obstante, en su convocatoria al evento, el museo pedía no llevar tacones y, como se ha comprobado hoy, el piso parece estar en perfectas condiciones.

Lo más grave es que entre los firmantes hay incluso figuras como el pianista Rodolfo Ritter, la cantante Ana Caridad Acosta, entre otros que se están revelando como haters puristas.

Pues parece que para algunos de plano todo lo que les parezca "populachero" -como uno que otro lo califica- no entra a los museos y hay que mantener los museos como capillas consagradas.

sc

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