Un joven en aparente estado de ebriedad irrumpió la noche de este viernes en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes durante el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y comenzó a gritar "incoherencias" y a intentar subir al escenario. Ante el escándalo, el director de orquesta, Iván López Reynoso, decidió hacer una pausa y esperar a que elementos de seguridad del recinto intervinieran para pedirle que se retirara.

De acuerdo con el concertador y con el cantante Charles Oppenheim, que se encontraba en el público, el personal de seguridad demoró casi dos minutos en entrar a la sala para impedir que el joven continuara gritando. Finalmente, Claudia Hinojosa, directora ejecutiva de la Sinfónica, lo acompañó a la salida.

"El concierto estaba por terminar. Estábamos tocando Cuadros de una exposición de  Modest Mussorgsky y cuando faltaban tres movimientos de la obra, empecé a escuchar palabras. Pensé que alguien hablaba por teléfono, volteé para pedir con una mirada fulminante que colgara, pero lo que vi fue a un joven acercarse al escenario, llevaba una botella de refresco de dos litros y una bolsa de plástico con fruta", contó López Reynoso a EL UNIVERSAL.

El director huésped, invitado a tocar el programa 18 de la temporada de la OSN, sostuvo que sólo escuchó incoherencias y palabras sin sentido. "Estaba en un estado muy inconveniente, me parece que el joven estaba drogado. Decidí hacer una pausa y bajé las manos. Pensé que inmediatamente lo sacarían, pero no fue así, por minuto y medio siguió ahí, se quiso subir al escenario pero se cayó. De todas sus incoherencias sólo entendí dos frases: 'fruto del olimpo' y 'aquí está la botella y vamos a quitarle la marca'.

De pronto apareció Claudia Hinojosa para pedirle que se retirara y segundos después se sumó otra chica, asumo, del Palacio, y entre las dos lo retiraron. El público aplaudió y continuamos con el concierto", indicó.

El bajo Charles Oppenheim explicó que el joven no parecía estar "en sus cinco sentidos". "Balbuceaba cosas, no entendíamos qué decía, luego quiso subirse al escenario y se tambaleaba, se fue para atrás. Claudia Hinojosa y otra mujer lo llevaron a la salida, ya casi en la puerta llegaron los de seguridad. Fue muy sorpresivo. Una persona gritó que ya se fuera. Cuando salió el joven, Iván volvió a concentrarse en el concierto y ofrecieron un final apoteósico, muy emocional, una maravilla", dijo.

López Reynoso sostuvo que al término del concierto se reunió con Silvia Carreño, gerente del Palacio de Bellas Artes, para manifestar su total rechazo a este tipo de incidentes y para externar su preocupación ante la falta de seguridad.

"Le dije que era muy grave lo que había pasado. Hay un control muy específico en las puertas del recinto, a veces hay dos o tres personas cortando boletos, hay más elementos de seguridad en cada puerta, yo sé que están ahí, los vemos, entonces pregunto: ¿dónde estaban todas esas personas?, ¿qué estaban haciendo?, ¿por qué no había seguridad en la sala?, ¿cómo logró entrar una persona en ese estado?, ¿por qué tenía una botella de dos litros?, ¿qué clase de líquido era?, ¿por qué  los de seguridad tardaron tanto en reaccionar?, ¿por qué tuvo que ir Claudia Hinojosa? Silvia me dijo que, en efecto, eso no debió ocurrir y que iba a tomar cartas en el asunto", indicó López Reynoso.

Roberto Perea, director de Comunicación Social del INBA, indicó a este diario que se inició una investigación y se revisarán las cámaras de seguridad para determinar qué sucedió y si hubo o no negligencia de parte del personal del recinto. Si lo hubiera, dijo, se tomarán medidas conforme a los derechos y obligaciones de los empleados.

Además, aseguró que para el INBA y para el Palacio de Bellas Artes la seguridad del público y de los artistas es "prioridad", por lo que en esta "coyuntura" se hará también un balance y revisión para determinar si es preciso reforzar la vigilancia en el recinto.

El concertador agregó que hará pública una carta, que también hará llegar al subdirector del INBA, Sergio Ramírez Cárdenas,

en la que manifestará su "total agredicimiento" a la Sinfónica Nacional porque terminó el concierto de "manera estupenda" y por su "solidaridad y entrega", así como para plantear sus inquietudes y molestias por lo ocurrido.

"Esto no puede quedar en lo anecdótico, para el INBA y para la gente del Palacio la seguridad del público y de los artistas debe ser una absoluta prioridad. Esto pudo tener otro final, por fortuna no fue así", dijo.

sc

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