"Eduardo Galeano nunca nos maltrató. Y con su muerte, nos enseñó a todas las mujeres a morir dignamente. Por eso lo acunamos en nuestros brazos y le aseguramos, como madres a su hijo, que vivió una buena vida", dijo Elena Poniatowska al recordar al escritor y periodista uruguayo nacido y muerto en Montevideo (1940-2015).

Durante un homenaje que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rindió al también periodista que falleció el pasado 13 de abril, víctima de cáncer, la escritora añadió que muchos colegas lo envidiaban y hasta lo malquerían porque les robaba cámara. "Al entrar a Bellas Artes, el público se le echaba encima", recordó.

Eso obedecía a que los mexicanos sentían que él encarnaba la palabra, que él más que nadie se responsabilizaba de lo que decía, que él no quería que muriera la palabra, que él antes que cualquier otro era un dador de palabras, que él cumplía su palabra, que para él la palabra era su honor y que a él ningún dictador haría jamás que se tragara sus palabras.

"Porque su vida entera había sido la de vivir porque escribía, vivir como escribía y vivir para escribir", ponderó la también activista política, y viendo su reloj de pulsera, advirtió que "por eso, hoy martes 9 de junio de 2015, a esta sala Miguel Covarrubias ha regresado Eduardo Galeano, porque así como nunca nos falló, es incapaz de fallarnos ahora".

Antes, la autora del emblemático libro testimonial "La noche de Tlatelolco", elevó la voz con la firme intención de que nadie de los presentes pasara por alto que Eduardo Galeano "era nuestro, era mexicano, era uruguayo; era la sangre en nuestras venas abiertas y él no quería que muriera la palabra, porque antes que nada, Galeano era un dador de palabras".

En el mismo acto, el escritor Gilberto Prado Galán, quien entre sus proezas literarias tiene la de ser autor de más de 30 mil palíndromos, puso en relieve que a lo largo de casi nueve años mantuvo una relación epistolar con Galeano.

Lo conoció en el año 1994 y en 2003 lo vio por segunda y última vez, sin embargo, una gran amistad floreció entre ellos, dijo.

Por su parte, el historiador Alfredo López Austin mencionó, en referencia al libro que a manera de reconocimiento póstumo se presentó en el marco de ese homenaje, y que lleva por título "Mujeres", que "el ámbito femenino no es nuevo en Galeano, ni nuevas son sus historias en este volumen", pues muchas de esos textos son parte de libros ya publicados.

Junto con la activista Marta Lamas, los panelistas coincidieron en reconocer que Galeano es uno de los autores más leídos en lengua española y, sin duda, un escritor querido como pocos. Porque como pocos, encarna el mejor encuentro entre el periodismo, del que tomó la concisión, el dato preciso y la mirada a los procesos sociales y la creación literaria.

Eduardo Galeano, bautizado como Eduardo Germán María Hughes Galeano, fue uno de los más respetados y reputados periodistas de su natal Uruguay, y uno de los escritores más prolíficos y reconocidos en Latinoamérica.

Ganador del premio Stig Dagerman, está entre los más destacados e influyentes autores de la literatura latinoamericana del Siglo XX.

Luego que cada uno de los convidados, amigos todos de Eduardo Galeano vertieron sus puntos de vista en torno a la vida y obra de ese personaje, tras las anécdotas, evocaciones y reflexiones, se proyectó el video "Eduardo Galeano" producido por la UNAM.

Por último, el público fue invitado a leer en voz alta y públicamente algún texto de ese autor.

rqm

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