“Huérfanos digitales” es un nuevo concepto en el que se designa a padres ausentes por su interés a relacionarse con las nuevas tecnologías, o si bien, aquellos que ponen mayor atención a sus aparatos tecnológicos que a sus propios hijos.

Aunque la tecnología ha llegado para cambiar y facilitar gran parte de nuestra vida, existe este problema en el aspecto social y familiar.

Omar García Jane, coordinador del Departamento de Asesoría y Prevención del Tec de Monterrey en Puebla, informó que gran parte del ausentismo en padres se basa en dos sectores poblacionales.

Se trata de aquellos que nacieron en la década de los 60 o 70 y aún no se encuentran empapados de los medios tecnológicos y quienes, junto con el avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, mejor conocidas como TICS, emergen de la tecnología.

Estos últimos, al parecer satisfacen su necesidad de interacción a través de un dispositivo, en vez de tener una relación o charla, cara a cara con sus propios hijos.

Explicó que hoy día, la familia pasa más tiempo en una red social, que teniendo una plática con sus propios hijos o familiares.

“Involucrar el diálogo, la parte empática y afectiva de los padres con los hijos se ha ido encareciendo, llevándonos a esta nueva generación que son los huérfanos virtuales o esclavos de ella”, comentó a través de un comunicado.

Además, expresó que la interacción familiar debe rescatar los mejores valores, que es la comunicación, las actividades, la empatía, el afecto, el abrazo, la comida juntos.

“Deberíamos de asegurar que todos tengan alcance a la tecnología, siempre y cuando no se vuelvan dependientes, la tecnología es un apoyo, no es la única vía de comunicación”, dijo.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) detallan que el celular es la TICS que ha aumentado su uso un 70% en los últimos años, y es que el abuso de herramientas como teléfonos inteligentes, tabletas, o computadoras conlleva a una adicción.

Si desde pequeños se les inculca el uso excesivo de estos aparatos, en el futuro tendrán problemas adictivos al uso de tecnologías.

El INEGI además especifica que el uso del Internet para entretenimiento está por encima de su uso para fines educativos, del 70%, un 36.2 corresponde a éste, mientras que el uso en educación es del 35.1.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso desmedido de estos aparatos puede tener gran repercusión sobre todo en niños, provocándoles déficit de atención, poca capacidad de retención, problemas de aprendizaje e hiperactividad.

García Jane señaló en este aspecto, que el abuso y mayor interés hacia medios tecnológicos por encima de la familia más cercana puede ocasionar problemas futuros, dejar atrás las actividades físicas, la lectura, el interés de aprender cosas nuevas, puede ser un grave error.

“¿Cuantos padres vemos en la calle caminando con su teléfono e ignorando a sus hijos pequeños?, ¿Cuántos no tienen un grupo de Whatsapp familiar?, pienso que no se puede llegar a usar este término como algo común, las personas necesitamos de afecto para sentirnos queridos, no ausentes”, puntualizó el experto.

kal

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