Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford (EU) descubrió que el gusano de la harina o Tenebrio molitor puede sobrevivir con una dieta a base de espuma de poliestireno, un plástico no biodegradable, lo que podría convertir a este pequeño animal en una poderosa arma de reciclaje de residuos plásticos.

Para llegar a este hallazgo, los investigadores pusieron a 100 gusanos de la harina en una caja rellena de espuma de poliestireno y a otro centenar con su dieta habitual a base de insectos muertos plantas, semillas, etc.

Tras ello, los gusanos comieron entre 34 y 39 miligramos de este plástico al día, convirtiendo la mitad de la espuma de poliestireno en dióxido de carbono, como si se tratara de cualquier otro alimento. La mayor parte del plástico restante fue excretado por los gusanos como fragmentos biodegradados parecidos al excremento de conejo.

Al comparar a los gusanos que se alimentaron con plástico con los que comieron la dieta habitual, los científicos comprobaron que los primero estaban tan sanos como los que subsistieron con la dieta normal y, además, sus desechos parecían servir como abono para la agricultura.

Esto se debe a que el estómago de este gusano posee microorganismos capaces de biodegradar el plástico y así alimentarse de estas sustancias sintéticas sin sufrir ningún efecto secundario.

"Nuestros resultados han abierto una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico", explica Wei-Min Wu, líder del estudio publicado en la revista Environmental Science and Technology.

kal

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