El director del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), Rolf Heuer, espera que esta institución pueda lograr nuevos descubrimientos que permitan entender mejor el origen del universo y advierte de que "el modelo social europeo no es viable sin inversión en ciencia".

"Sin ciencia no se puede imaginar ningún sistema humano. La ciencia es la base de todo, también del que tenemos aquí (en Europa)", afirma este físico alemán de 67 años, que en 2016 dejará su puesto al frente del CERN después de seis años.

Por ello considera que los recortes en ciencia son "miopes", porque son "recortes en perspectivas de futuro".

Al hacer balance de sus años al frente del CERN, Heuer destaca el descubrimiento en 2012 de una nueva partícula subatómica conocida como "bosón de Higgs", lo que valió al centro el Premio Príncipe de Asturias y el Nobel de Física a Peter Higgs y François Englert.

Pero también destaca la internacionalización del CERN, en cuyos proyectos trabajan más de 10.000 científicos de un centenar de nacionalidades, y lo pone como ejemplo de un proyecto europeo "visionario" -el pasado año cumplió 60 años- que permite competir con EEUU, Japón y China.

"Los países europeos por sí solos se encuentran sobrepasados para algunos grandes proyectos, como un gran telescopio o un acelerador de partículas", sostiene, por lo que este modelo es un ejemplo de éxito en el campo de laciencia básica a escala continental.

Gracias al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) los científicos del CERN detectaron en 2012 el "bosón de Higgs" la última pieza del rompecabezas del Modelo Estándar de la física.

Pero este modelo sólo describe la materia visible, que representa el cinco por ciento del universo.

Y tras dos años de puesta a punto, el LHC tiene ahora tres años para lograr un objetivo que puede cambiar los fundamentos de la ciencia: explorar el universo más allá de la física conocida y lograr un primer contacto con la materia oscura.

El acelerador tiene la forma de un anillo de 27 kilómetros de circunferencia, se encuentra a unos ochenta metros bajo tierra, en la frontera de Suiza y Francia, y para funcionar requiere estar a 271,3 grados bajo cero.

¿Pero y si el LHC no descubre esa 'nueva física' hasta 2018?

"Esa 'nueva física' debe existir, pero no sé si el LHC la encontrará", ya que depende de si la energía del acelerador es suficiente y si un proceso tan poco frecuente se puede detectar durante ese periodo", explica.

La energía que ha alcanzado el LHC desde su encendido paulatino en abril no tiene precedentes, pues con una potencia de 13 teraelectronvoltios (TeV) casi ha duplicado el nivel alcanzado cuando detectó el "bosón de Higgs".

Como deseo personal, le gustaría que el próximo gran descubrimiento fuera el de la materia oscura, de la que hay cinco veces más cantidad que la visible.

"Para mí es un gran secreto, ¿qué es esa materia oscura?", se pregunta al margen de una conferencia de la Sociedad Europea de Física que concluye hoy en Viena.

Y agrega: "Tendría un gran impacto en la ciencia, ya que en lugar del cinco por ciento podríamos describir el 30 por ciento del universo, y así tendríamos un conocimiento mucho mayor del universo primitivo y su evolución".

"Un descubrimiento así valdría, como mínimo, el Nobel", valora.

¿Y qué posibles aplicaciones prácticas pueden tener estos descubrimientos de la física de partículas?

Heuer asegura que es difícil de prever, porque pueden suponer un salto cualitativo en el conocimiento científico, pero la medicina es uno de los campos que más se puede beneficiar.

Ya se están aplicando -recuerda- nuevas técnicas contra el cáncer basadas en protones y que son mucho más precisas y, por tanto, menos lesivas, así como aceleradores médicos para tratar tumores cerebrales.

Pero la inversión en la denominada ciencia básica tiene otras muchas virtudes, como desarrollar la tecnología que hace posible la investigación.

Así, el físico recuerda que la tecnología de la World Wide Web (WWW) y el propio concepto de internet nació en el CERN en 1989, y que las actuales aplicaciones "en la nube" son el desarrollo de un sistema -el 'grid computing'- usado también en el centro hace 12 años.

Por último, Heuer, valoró los planes de otros países, como China, para desarrollar un acelerador de partículas mucho más potente y dijo que "la competencia siempre es buena".

"La competencia no significa necesariamente hacer algo sin trabajar con otros, en este sentido es importante coordinarse para trabajar juntos", sostuvo, para subrayar que el interés de otros países en un acelerador es muy positivo para el CERN.

kal

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