Un trozo de basura espacial obligó a tres astronautas de la estación espacial a buscar refugio el jueves.

Durante casi una hora, el estadounidense y los dos rusos tuvieron que encerrarse en su nave Soyuz, acoplada a la Estación Espacial Internacional, para el caso de tener que huir rápidamente. El fragmento de un viejo satélite meteorológico ruso pasó finalmente a unos 2 mil 500 metros, sin causar daños.

Es apenas la cuarta vez en los 16 años que lleva la estación que una tripulación se ha visto obligada a guarecerse en un Soyuz ante la proximidad de chatarra potencialmente peligrosa.

Normalmente, la NASA se entera con anticipación, y la estación espacial se aparta del camino. Pero el jueves no hubo tiempo para eso; la tripulación lo supo con una hora y media de anticipación.

kal

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