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El Senado aprobó ayer por 81 votos a favor, cuatro en contra y dos abstenciones, el Acuerdo de Transporte Aéreo México-Estados Unidos, que sustituye al de 1960, luego de un debate en el que solamente una parte de la bancada del PT consideró que sus compromisos son lesivos para los trabajadores.
En tanto, el resto de las bancadas señalaron que va haber una serie de beneficios para México en calidad del servicio y tarifas más económicas.
El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, del Partido Acción Nacional (PAN), ordenó enviar el decreto al Ejecutivo federal para la implementación del acuerdo que permite a México y Estados Unidos designar cualquier número de aerolíneas para la operación del transporte aéreo internacional, tanto de pasajeros como de carga.
Quedan retiradas las restricciones en el número de frecuencias, capacidad y tipos de aeronaves, con lo cual los legisladores que participaron en el estudio y dictamen del tema consideran que va haber mayor inversión y crecimiento de la industria.
El Acuerdo de Transporte Aéreo México-Estados Unidos también prohíbe limitar unilateralmente el volumen de tráfico, la frecuencia o regularidad del servicio, los tipos de aeronaves operadas por las líneas aéreas de cada país, excepto cuando se requiera por razones aduaneras, técnicas, operativas o ambientales.
En diciembre pasado, después de dos años de negociaciones entre las autoridades de México y Estados Unidos, concluyeron las negociaciones del acuerdo que, además, establece que las líneas aéreas designadas por cada una de las dos naciones van a poder efectuar vuelos a través del territorio del otro país sin aterrizar.
Las aerolíneas también van a poder efectuar escalas en el territorio de la otra parte, para fines no comerciales, y realizar escalas en los puntos de las rutas acordadas por las autoridades aeronáuticas de ambos países.
El cabotaje queda prohibido, precisan las reglas.
El presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, Javier Lozano Alarcón, de Acción Nacional, comentó que no se incluyó el cabotaje aéreo ya que sería ruinoso el transporte aéreo de personas o mercancías a lo largo de un territorio, por parte de una compañía extranjera.
Javier Lozano Alarcón agregó que se van a ampliar los mercados, va haber más competencia, mejores servicios y tarifas para los usuarios, y quedan incluidas las libertades Quinta, Segunda y Cuarta.
Gerardo Flores (PVEM) destacó la relevancia que tendrá el Acuerdo Aéreo en el servicio transfronterizo de México y Estados Unidos, y subrayó que la región va a tener mayor oferta de asientos, más rutas, mejores precios, servicios y horarios, mejor conectividad entre las ciudades.
Oposición. Manuel Bartlett y Layda Sansores, del Partido del Trabajo, fijaron posición en contra por considerar que se dañan los intereses de los trabajadores del sector del transporte aéreo de pasajeros y carga, por la desigualdad que existe entre las empresas de México y Estados Unidos.
