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La industria mexicana no muestra mejoría en su comportamiento y enfrenta tres riesgos que podrían desacelerar más su crecimiento, aseguró ayer el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega.

Los peligros que advierte el sector son la volatilidad del dólar, la convalecencia prolongada de la economía mundial y las noticias desfavorables de la economía estadounidense, aseguró el industrial.

Además, hay caídas en seis de las 21 especialidades de la industria, agregó, así como pérdida de dinamismo en otras nueve, lo que opacó los resultados favorables de los sectores en que sí hubo crecimiento.

A ello se le suma la posibilidad de que la Reserva Federal suba las tasas de interés en Estados Unidos, lo que podría intensificar la volatilidad del mercado cambiario, las presiones sobre el peso e impactar a la inflación mexicana por la depreciación de la moneda nacional, afectando los costos de las empresas y la reactivación del mercado interno.

La paridad cambiaría ya se reflejó en algunas industrias, sobre todo en las que importan más, lo que podría afectar la generación de empleos, dijo. Además, en el corto plazo no se observará una baja del tipo de cambio, e incluso descartó que regrese debajo de 15 pesos por dólar, pues se prevé que cerrará 2015 entre 15.90 y 16 pesos.

En Estados Unidos el ciclo de actividad industrial se mantiene a la baja desde diciembre de 2014, una mala señal para la industria mexicana. “La industria estadounidense no ha salido del bache en que se encuentra”, subrayó Herrera Vega.

“El panorama no es muy alentador en el corto plazo”, afirmó, y por ello la industria evalúa reajustar su expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que hasta ahora es de 3.4% para 2015. Es importante que se prepare una propuesta para reanimar, ordenar y sostener a la industria mexicana, comentó.

Todo ello porque el balance de la situación interna y externa muestra que “la industria mexicana enfrenta problemas crecientes debido al debilitamiento de su contraparte estadounidense y al lento despegue del mercado nacional”.

Se requiere de, al menos, siete acciones, detalló. Que el gobierno adelante las compras del último trimestre de 2015, equivalentes a 160 mil millones de pesos, ya que a la fecha solamente se ha ejercido 37% del presupuesto de dicho rubro, aproximadamente 290 mil millones de pesos, cuando el Ejecutivo cuenta con más de 600 mil millones de pesos de presupuesto para dicho rubro durante el año.

Además, urge un compromiso gubernamental de que se asumirá en tiempo y forma el presupuesto de egresos, para evitar subejercicios, y también definir y difundir la agenda de obras de infraestructura a nivel federal y estatal.

También manifestó que se deben evitar los recortes al gasto de inversión física del sector público, impulsar la implementación del Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, y dar prioridad a los proveedores de bienes y servicios nacionales en las compras públicas.

Por último, los industriales demandaron incentivos fiscales para la inversión productiva durante la presentación del paquete económico 2016, dijo Herrera Vega.

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