Julio atravesaba la glorieta de Insurgentes conduciendo una scooter eléctrica cuando chocó con un monte de basura y arena, el cual le hizo derraparse, caer al asfalto y finalmente, sufrir un esguince en un pie. Tendría que dejar de trabajar un par de semanas para reposar de forma absoluta. Y tendría que haber recibido el porcentaje que paga el IMSS por incapacidad, de no haber sido porque ante este instituto, Julio ganaba mil 800 pesos. El resto de su salario lo recibía a través de otras tres empresas.

“Si yo tramitaba mi incapacidad iba a recibir 900 pesos y tenía que tramitar cuatro procesos porque te inscriben con cuatro empresas fachada. Eres reportero, pero te pagan vía farmacias, heladerías y changarros, explica.

Y como era un procedimiento engorroso y la empresa requería que él siempre estuviera disponible, tuvo que hacer home office.

“Allá mis jefes consideraron que era mi semana de descanso, pero fue insufrible. Estar solo en mi casa con un dolor de esguince. Me tocó veces en las que tuve que arrastrarme para comer, porque estaba solo”, asegura.

Julio trabajó durante ese tiempo vía remota. Editaba sus notas por teléfono, con la única facilidad de que haber recibido una computadora a casa, por parte de la empresa, para facilitarle el trabajo. “¿Más descansadito?”, fue lo que le preguntaron al regresar. Tuvo que continuar laborando y recibiendo terapia.

—¿Por qué tomaste ese empleo si el esquema era de subcontratación? se le pregunta.

—“Por ignorancia, sin duda”, asegura sin vacilar. Y se pregunta si como empleado se puede hacer algo para cambiarlo.

“Con estos esquemas no creas antigüedad porque sólo te respaldan con esa pequeña parte, hay muchas empresas que funcionan así, alguien debería estar legislando al respecto”, afirma.

Recibir solamente una pequeña parte de un sueldo que no es el tuyo —y es menor porque estás registrado con muy poco ante el IMSS— en el caso de enfermar es sólo una de las desventajas que puedes tener por estar subcotizando ante el Seguro Social.

Estar contratado y cotizar por una cantidad menor a la que realmente se recibe como sueldo, por desgracia, es una práctica común en México.

No se tienen cifras oficiales de cuantos trabajadores pudieran estar bajo este esquema, pero se estima que el IMSS recibe tres mil denuncias al año por esta práctica.

“Hay muchos esquemas que sorprenden por su creatividad y que el IMSS está atacando, por ejemplo, te dan un importe quincenal por no haberte accidentado, son esquemas agresivos de cotización que siguen existiendo a pesar de que la autoridad está muy fiscalizadora”, explica Leobardo Muñoz, presidente de la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México.

A pesar de que la contabilidad ya se hace vía electrónica y que tanto el Sistema de Administración Tributaria (SAT) como el IMSS han incrementado la vigilancia, son esquemas que todavía la empresas mexicanas utilizan para ahorrarse dinero a la hora de pagar las cuotas de seguro social de los trabajadores.

Apenas en febrero pasado, el director general del IMSS, Mikel Arriola, aseguró que el Seguro Social y el SAT realizarían una revisión de empresas sospechosas de irregularidades, entre éstas, haber dado de alta ante el instituto a sus trabajadores con un sueldo menor.

Ya sea que la otra parte del sueldo te lo dé por “ayuda de alimentos”, como un bono por no haberte accidentado, por honorarios de otra empresa o en general, por cualquier otro concepto. Estás subcotizando ante el IMSS y está lesionando tus finanzas y tu seguridad social.

¿Cómo? Además de que cuando te enfermes y necesites incapacidad no vas a recibir lo que deberías por el total de tu sueldo, también estás contribuyendo con menos para tu ahorro para el retiro. O incluso, si por desgracia mueres, la indemnización que recibiría tu pareja sería mucho menor a la que debería recibir si estuvieras cotizando con la totalidad de tu salario.

En cuanto al tema del retiro, nadie se salva. Ni los que empezaron a cotizar antes de la reforma a la ley del Seguro Social de 1997, la cual creó el sistema de Afore, ni aquellos que tienen derecho a una pensión de vejez por parte del gobierno. Nadie se salva de contribuir menos para su retiro si están cotizando con un salario menor al que realmente perciben.

En el caso de los que empezaron a cotizar antes de la reforma –es decir, los que tienen derecho a una pensión por parte del gobierno– les afecta concretamente en los últimos cinco años de su vida laboral, porque es este periodo el que se toma en cuenta para efectos del cálculo de la pensión que se va a recibir una vez jubilado.

“Es un hecho que te va a pegar en el promedio del salario de las últimas semanas, y eso va a provocar que tu pensión se vea disminuida”, asegura Leobardo Muñoz del Colegio de Contadores de México.

Además, subcotizar de esta manera también te va a afectar en lo que ahorres en tu Afore. Por ley destinas 6.5% de tu salario a este fin, lo cual de por sí ya es poco. Pero si estás cotizando con menos, el porcentaje con el que contribuyas para tu retiro será menor. Esto es similar a lo que les sucede a los trabajadores más jóvenes que sólo tendrán lo que hayan ahorrado en su Afore para cuando sean adultos mayores y vayan a retirarse.

Para ambos, la subcuenta de vivienda también se verá afectada por la misma razón. A ésta se le dedica 5% de tu salario integrado, es decir, a tu sueldo más prestaciones, pero si estás registrado con menos de lo que ganas, lo que estás ahorrando para comprar una casa seguramente será también bastante menos. “Lo que están acumulando en 6.5% de retiro y 5% de vivienda, está disminuido”, asegura el especialista.

El caso de los que empezaron a cotizar después de 1997 es todavía más dramático, porque ellos no tendrán otro recurso para sostenerse en su última etapa de vida más que lo que hayan ahorrado a través de su Afore.

La otra cara de la moneda

Los responsables de estos esquemas de subcotización son, por supuesto, las empresas. Sin embargo, las cuotas que una compañía tiene que pagar ante el IMSS en algunos casos resultan muy altas y lesivas para su desarrollo, específicamente en el caso de las Pymes, las cuales representan la mayoría del empleo generado en este país.

Un estudio demostró que una reducción a las cuotas obrero patronales, sobre todo en la etapa inicial de las Pymes, les ayudaría a planear estratégicamente e incluso a contratar más empleados fijos o temporales. “Para las Pymes es importante la reducción de cuotas obrero patronales, tal vez porque con ello contratarían más empleados y hasta podrían expandir un poco mas su negocio”, explica este análisis realizado por la Universidad Juárez del estado de Durango.

Y precisamente, el mayor número de empleados registrados ante el IMSS corresponde a los que trabajan en las Pymes.

“El trabajo en este país se da por las pequeñas y medianas empresas, no las grandes, éstas tienen asegurados entre 30% y 40% de los asegurados del Seguro Social, pero el resto tiene al resto de la población”, explica el especialista. De ahí que sea tan difícil tener un conteo de cuántos trabajadores están subcotizando en el IMSS.

Pero si estos números existieran, probablemente señalarían a las pequeñas y medianas empresas. Y no es por justificarlas, pero su situación día a día suele ser complicada y eso lo demuestra su alta mortalidad. “Habría que conocer los casos, pero para algunos es necesario para seguir operando. Otros seguramente lo hacen de manera mañosa”, explica el especialista.

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