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La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) reconoció que existe preocupación entre los representantes de la actividad porque hay señales de alerta en el mercado interno, el cual avanza a un ritmo cada vez menor.

“Comienzan a brotar signos que encienden las luces ámbar en el mercado interno, pues las ventas avanzan a un ritmo cada vez más lento y no se percibe en el horizonte algún elemento que nos permita suponer que se dinamizarán en los meses por venir”, aseguró el presidente de la Concamin, Manuel Herrera Vega.

La inversión productiva tampoco “ofrece signos tranquilizadores”, añadió.

Por una parte los recortes presupuestales afectaron la inversión gubernamental, mientras se requiere incentivar la inversión privada a través de ofrecer estabilidad económica, Estado de derecho, seguridad, transparencia, ejercicio oportuno del gasto público y creación de audaces incentivos a la inversión, sobre todo después de que hace unas semanas se conoció el plan fiscal del gobierno de Estados Unidos.

Si bien “el margen de maniobra en materia tributaria es estrecho y complicado. Pero también lo es que debemos ser proactivos no reactivos”, añadió Herrera Vega.

En su mensaje mensual en la edición Pulso Industrial de Mayo, Herrera Vega comentó que a pesar de que baja el ritmo de crecimiento del comercio interior y la inversión pública, el comercio exterior avanza a un ritmo cada vez más sólido.

A pesar de que existe incertidumbre sobre cómo será la renegociación o modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el resultado que tendrán las conversaciones, las exportaciones mostraron un aumento en las órdenes de aprovisionamiento procedentes de Estados Unidos.

Con la reactivación de las exportaciones que se registró desde noviembre de 2016, “el motor exportador ha vuelto a encenderse y con él su contribución al crecimiento de la economía en su conjunto, de sectores económicos, regiones y empresas generadoras de fuentes de trabajo, consumo y divisas”.

Pero a pesar de ello, consideró que la economía “sigue en aguas turbulentas y en un ambiente complicado, aunque menos difícil respecto al primer bimestre del año”.

Al inicio de año el panorama que se tuvo fue más desfavorable al actual, pero mejoró el diagnóstico presente y futuro del país tras ponderar avances, fortalezas, debilidades y desafíos de la economía.

Sin embargo, aun y cuando la economía crece a un ritmo mayor al pronosticado, “estamos lejos de lograr lo que nos hemos propuesto: elevar la competitividad, acelerar el paso de la economía, generar más y mejores empleos, impulsar un modelo incluyente de desarrollo, y sobre todo elevar la calidad de vida de las familias”, expuso el presidente de Concamin.

Además, hay tareas pendientes, como incentivar la inversión física porque la experiencia internacional muestra que no hay economía que pueda mantener o acelerar el paso sin el empuje de la inversión.

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