El sector automotriz tiene que lidiar con nuevas tendencias que se han gestado desde hoy, y que continuarán su desarrollo en los próximos años. Por un lado, debe continuar con la evolución del mercado actual a través de la racionalización de la producción, el crecimiento en los países emergentes y la comercialización de vehículos híbridos; por el otro, tiene que afrontar la revolución y la disrupción que suponen muchos de los avances que están surgiendo en el ámbito de la movilidad.

Se identifican cambios en la industria que vienen de la mano de los automóviles eléctricos, pero la dis- rupción, aunque en parte ya está llegando a través de los vehículos compartidos, se producirá principalmente como consecuencia de los autos sin conductor; la conectividad y la digitalización de los vehículos; y la creación de valor, y por lo tanto, ingresos, procedentes del big data.

Por ejemplo, de acuerdo con la 18ª. Encuesta Global de Directivos Automotrices 2017 de KPMG International, este año los vehículos eléctricos de batería volvieron a colocarse como la primera tendencia del sector, con 50% de los directivos clasificándolos de esta manera; le siguen otras tendencias como la digitalización y la conectividad. Asimismo, 76% de los directivos consideran que un vehículo digitalizado puede generar mayores ingresos a lo largo de todo el ciclo de vida que 10 automóviles no conectados.

En el caso de la industria automotriz en México, 2016 fue un buen año para alcanzar los aproximadamente 1.6 millones en ventas de automóviles en el mercado nacional y llegar a niveles de producción de alrededor de 3.5 millones. Con esto, México ha fortalecido su posición como un actor global. Sin embargo, con respecto a la adopción de las recientes tendencias, resulta difícil pronosticar lo que ocurrirá en el corto y mediano plazo, considerando las condiciones macroeconómicas que el país enfrenta: el llamado ‘factor Trump’, la devaluación del peso y el aumento en los precios de la gasolina, entre otros.

A pesar de los acontecimientos coyunturales, lo que sin duda irá transformando las reglas del juego, y que será auténticamente disruptivo en todo el mundo, será el ecosistema digital de los vehículos, lo que provocará el surgimiento de nuevas fuentes de ingresos. En este sentido, una amplia mayoría de los directivos del sector automotriz a nivel global considera que, en el futuro, el ecosistema digital generará más ingresos que la venta del auto en sí mismo.

Socio líder de la Industria Automotriz de KPMG en México

Email: asesoria@kpmg.com.mx

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