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En 2016, la Ciudad de México, Nuevo León y el Estado de México concentraron la mayor cantidad de financiamiento otorgado por la banca comercial en el país, con un total de 226 mil 252 millones de pesos.

Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la capital del país ocupó el mayor monto, con un total de 170 mil 950 millones de pesos, concentrado en proyectos de comercio, construcción, petróleo y energía así como servicios profesionales.

Así, la Ciudad de México registró un incremento de 11.4% en el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo, donde la cartera acumulada en créditos a empresas otorgados por Bancomext en servicios ascendió a 13 mil 974 millones de pesos, y en el sector petróleo, minería y gas sumó 11 mil 622 millones de pesos.

En el caso de Banobras, el banco acumuló 11 mil 770 millones de pesos en crédito en servicios profesionales en la capital mexicana y experimentó una baja de 3.1% en proyectos de construcción, con saldo acumulado de 36 mil 924 millones de pesos.

Por su parte, Nacional Financiera tuvo un aumento de 49% a empresas en el sector minero y petróleo, con una cartera acumulada el año pasado de 17 mil 820 millones de pesos.

En el caso del Estado de México, el financiamiento acumulado al cierre del año pasado llegó a 21 mil 208 millones de pesos, 0.22% más en comparación con 2015, donde Banobras concentra la mayor parte del financiamiento, con 12 mil 658 millones de pesos enfocados en créditos al sector de la construcción.

En el caso de Nuevo León, en 2016 registró un alza de 12.35% en el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo, concentrado principalmente por Bancomext en servicios profesionales y técnicos, petróleo, comunicaciones y construcción.

Clave en 2017. Para Fitch Ratings, el financiamiento otorgado por la banca de desarrollo en México será fundamental este año debido a que se trata de una herramienta del gobierno para apoyar en tiempos de estrés económico a sectores expuestos, como pymes, personas de ingresos bajos, exportadores, sector agropecuario y entidades gubernamentales.

Para la empresa calificadora, entre los riesgos que podría enfrentar
este tipo de financiamiento destaca
el crecimiento rápido de los préstamos de estas entidades, pues por los tipos de segmentos que atienden, podrían ejercer presión sobre la calidad de los activos.

“En general, las razones de morosidad, es decir, créditos con 90 días de atraso, muestran una tendencia moderada de deterioro. En algunos casos, las concentraciones altas por sector y cliente también podrían aumentar la presión, debido a la desaceleración económica esperada que podría retrasar la inversión y el consumo”, añadió Fitch Ratings.

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