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El déficit y la deuda pública son dos indicadores que llegaron a niveles preocupantes en este cuarto año de gobierno de la administración actual. Para la iniciativa privada es indispensable que el Ejecutivo tome cartas en el asunto y ajuste el gasto para aminorar este pendiente del sexenio.

El director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada Pascal; el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón y el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther, coincidieron en que uno de los retos de este gobierno es reducir el gasto, cuidar la inflación y limitar el crecimiento de deuda pública.

Castañón y De Hoyos concordaron en que uno de los principales retos es imponer el Estado de derecho y combatir los niveles de inseguridad.

Entre los avances del último año del gobierno están materia de corrupción, la implementación de las reformas, el crecimiento del empleo, a pesar de que hay subocupación y de que hay mala calidad de éste, consideró Castañón, mientras que De Hoyos dijo que la estabilidad y las negociaciones del TPP o Acuerdo de Asociación Transpacífico.

En cuanto a la deuda, el director del CEESP consideró que solamente en los primeros seis meses de 2016 el incremento de la deuda fue de 300 mil millones de pesos.

En consecuencia, en este cuarto año de gobierno, la deuda acumulada de la administración actual alcanzó los 9.3 billones de pesos a junio de 2016, cantidad que es comparable a 50% del PIB, expuso.

Pero si se suma el aumento de la deuda de la actual administración de enero de 2013 a junio de 2016 la cifra llega a 3 billones de pesos, es decir, la deuda subió de 6.3 billones a 9.3 billones de pesos, dijo Foncerrada.

Agregó que en apariencia, la Secretaría de Hacienda es muy consciente de esto y por eso se comprometieron a hacer recortes al gasto público, lo que implica no aumentar la deuda y tener un superávit.

El gobierno propuso concluir 2017 con un superávit de 0.2%, pero para el CEESP mínimo debiera ser de 1.5% del PIB, lo que representa 300 mil millones de pesos. Es importante que el gobierno “se dé cuenta que el superávit primario es condición fundamental para tener en equilibrio la balanza de pagos, tasa de interés, tipo de cambio y las finanzas públicas. Porque de esa manera cuidaríamos las reservas internacionales.

“Para que se dé estabilidad económica debe haber equilibrio fiscal y para lograrlo hay que reducir el gasto y limitar la deuda pública. Parece que ahí está el gran reto de la actual administración reducir el gasto y frenar el endeudamiento, si no se hace de manera eficaz se compromete la estabilidad financiera del país”, explicó De Hoyos Walther.

Castañón expuso que “el reto es el gasto, la inflación y controlar el incremento de la deuda”, para que nos alcance el dinero para pagarla.

“Es importante tener un superávit para pagar la deuda que tenemos, es necesario un superávit primario de entre 1% y 1.5% y eso se logra recortando gasto y con mayor inversión extranjera”, dijo.

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