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En México al menos 71% de la población adulta tiene algún tipo de esquema de pensión, en su mayoría a través de programas de apoyo social, pero su costo a futuro va a presionar las finanzas del país, informó la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

Según información del organismo, en dos años se presentó un fuerte incremento en el porcentaje de la población ―principalmente de bajos recursos― que obtuvo algún esquema de seguridad social, diseñado principalmente para disminuir la pobreza al llegar a la vejez.

Entre 2012 y 2014 la población adulta con alto grado de pobreza que obtuvo alguna protección social para su retiro pasó de 49% a 66%; en tanto, quienes tienen un buen rango de ingresos que tiene algún tipo de pensión pasó de 64% a 70%.

“Es claro que en los últimos años ha habido un incremento significativo en la cobertura total de las personas adultas mayores, ya que 71% de esta población cuenta con alguna pensión o beneficio. Sin embargo, gran parte de este aumento se dio vía los programas sociales cuya cuantía y futuro financiamiento representan un gran reto”, explicó la Consar.

En dos años, el programa “65 y más” es el que ha tenido mayor crecimiento entre la población de escasos recursos, combinado con otros programas estatales.

De esta forma, de 9.1 millones de personas en dicho rango de edad, la mitad es beneficiaria de este tipo de programas, lo que significa un incremento de 14 puntos porcentuales con respecto a 2012.

La mayor cobertura de las pensiones sociales está concentrada en los rangos de población de menores ingresos, con lo cual cumplen su objetivo de ser programas focalizados para erradicar la pobreza en la vejez.

La Consar destacó que si bien 7 de cada 10 personas de 65 años y más cuentan con algún beneficio pensionario, sólo tres de cada 10 lo recibe por parte de alguna institución de seguridad social.

“La cobertura pensionaria en México está teniendo una elevada dependencia a políticas no contributivas, lo cual se relaciona con los elevados niveles de informalidad, lo que pone en una situación de vulnerabilidad a millones mexicanos, quienes tendrán dificultades para reunir los requisitos de Ley para alcanzar el derecho a una pensión”, añadió la comisión nacional.

Presión a finanzas. De acuerdo con cálculos de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), por el elevado gasto en pensiones que realiza el gobierno y la transición demográfica que vive México, el costo en pensiones va a pasar de 525 mil millones de pesos, que se destinaron en 2014, a un estimado de 912 mil millones de pesos en 2020.

Sin embargo, de mantenerse el ritmo actual de crecimiento sin modificaciones, el gasto en pensiones del gobierno federal se va a incrementar a un billón 821 mil millones de pesos en 2030.

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