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Nanchital de Lázaro Cárdenas del Río, Veracruz.— Con la apertura de la mayor planta de polietileno construida en el país y operada 100% por inversión privada, el sector petroquímico “reanuda su marcha” tras décadas de parálisis, dijo el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Al inaugurar el megaproyecto Etileno XXI, desarrollado por el consorcio Braskem Idesa, el secretario comentó que Pemex contribuye a su rentabilidad, pues va a proveer a la planta 66 mil barriles diarios de etano por 20 años, materia prima fundamental para su operación.

“Es el primer complejo petroquímico de gran magnitud construido en los últimos 30 años y contribuirá a generar un impacto positivo en la balanza de divisas del país por un total de hasta 2 mil millones de dólares por año, lo que representa una reducción de 10% en el déficit del sector químico nacional”, añadió.

En la inversión del proyecto participaron 17 bancos nacionales e internacionales y “esto es una muestra de confianza para invertir en México y el negocio que representa la industria petroquímica nacional”, subrayó.

A su vez, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, agradeció al consorcio mexicano-brasileño por la confianza en la asociación con Pemex, que va a ser un socio confiable que a través de un contrato de suministro contribuye a desarrollar proyectos de gran magnitud.

Durante el acto de inauguración hubo manifestaciones de preocupación por parte de los inversionistas, que advirtieron sobre posibles problemas en el contrato de suministro de etano por parte de la empresa productiva del Estado y que la podrían obligar a importar, “aunque en pequeños volúmenes”.

De hecho, Etileno XXI fue inaugurado con limitaciones por resolver como el problema de la inseguridad por robo de carga e insuficientes vías de acceso y de escape.

Roberto Bischoff, director general de Braskem Idesa, reconoció que el tema de la inseguridad por robo de carga está presente, aunque confió en que con el tiempo mejoren las condiciones y se retome la tranquilidad de la zona en que está enclavado el complejo petroquímico más grande de Latinoamérica.

“Este problema está presente en muchas partes del mundo”, reconoció, “en Brasil también se presenta está problemática”.

El directivo minimizó el asunto al precisar que “no ha sido necesario elevar los costos por la inseguridad y tampoco hemos tomado la decisión de reforzar con mayor seguridad las rutas de transporte de lo que producimos en Etileno XXI”. Las autoridades, añadió, “tienen que garantizar el flujo de productos”.

En relación con las vías de escape, Roberto Bischoff reconoció que “no son ideales”, por lo que solicitó al gobierno estatal concluir las obras correspondientes, sobre todo carreteras y vías férreas.

Respecto al riesgo en el abasto de etano por parte de la petrolera, mencionó que está asegurado, porque “tenemos un contrato con Pemex y tiene que cumplirlo”.

Al ser cuestionado sobre si el posible desabasto de gas podría obligar a Braskem Idesa a importar para cubrir sus necesidades, indicó que “no constituye una opción, porque los países que importan etano es porque no lo tienen, y nosotros sí”.

Se espera que se incremente la producción de etano para que Etileno XXI pueda operar a su máxima capacidad, es decir, producir alrededor de un millón de toneladas de polietileno, petroquímico usado para elaborar diferentes plásticos.

Patricio Gutiérrez, presidente de Idesa México, comentó que la estrategia de mantener la plataforma de producción de crudo permite pensar que no está seguro el suministro de la materia prima para Etileno XXI.

Por eso, reveló, se negocia con Pemex el suministro total comprometido bajo contrato, pues actualmente la producción de etano está experimentando una desaceleración, y tan sólo en los primeros cuatro meses de 2016 se redujo 8.5%.

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