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El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, urgió a recortar el gasto público y en Petróleos Mexicanos (Pemex) lo antes posible, porque retrasarlo implicará un proceso más doloroso que obligará a subir más las tasas de interés.

“Lo razonable es que hubiera una contracción, de lo contrario el proceso de ajuste sería mucho más largo y doloroso, en donde sin duda tendríamos que aumentar mucho más las tasas de interés”, advirtió durante una conferencia magistral en la Universidad Panamericana.

Consideró que el inicio del año es un buen momento para que realmente se refleje en el gasto público la nueva realidad de un precio del petróleo 70% por debajo de lo presupuestado.

La advertencia de que subirá más la tasa de interés refleja el temor de un endeudamiento mayor o que el nivel del gasto impulse la demanda, incentivando a los productores a aumentar precios, lo que a su vez generará presiones sobre el peso, afectando a la inflación, consideraron analistas.

“Va por el lado del aumento en la deuda pública, si el gobierno no se adelanta en hacer estos ajustes, que son dolorosos pero necesarios, hace pensar que la alternativa va a ser recurrir a un mayor endeudamiento para mantener esos niveles de gasto” , dijo el economista en jefe de Scotiabank, Mario Correa. “No sería una buena señal para los inversionistas internacionales”, indicó.

El subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernado Aportela, se abstuvo de comentar sobre el tema cuando se le pidió su opinión, al término de un evento con el Banco Mundial (BM).

Carstens explicó a estudiantes que un factor que afecta sensiblemente los precios de los bienes no comerciables es el gasto público. Por eso, el presupuesto se debe ajustar conforme a lo que corresponda, dados los ingresos que se prevé obtener, insistió.

“Haría más eficiente el ajuste al choque tan brutal que recibimos con la caída en el precio del petróleo y parte de eso tiene que hacerse en Pemex”, señaló.

Enfatizó que la empresa productiva del Estado está pasando por la misma situación que otras petroleras en el mundo. Se está contrayendo ante el choque externo, pero no tiene la misma libertad que una empresa normal. Además, dijo, no cuenta con un seguro como el gobierno federal, con las coberturas petroleras.

Correa, de Scotiabank, advirtió que de no darse los ajustes al gasto, México podría alejarse de la disciplina fiscal que lo ha diferenciado. Asimismo, se podrían generar más presiones sobre el tipo de cambio y las tasas de interés.

“Si eso ocurre, se corre mayor presión sobre el peso, el riesgo de un mayor impacto sobre la inflación y la necesidad de un ajuste más duro en la política monetaria”, ponderó.

Si se mantiene la trayectoria de gasto público sin realizar los recortes, podría estar impulsándose más la demanda interna (consumo), lo que puede generar inflación cuando los productores empiecen a subir precios porque detectan que crece la demanda.

Subir la tasa de interés como parte de la política monetaria de un banco central tiene un efecto de enfriamiento para la economía, lo que se refleja en un encarecimiento del financiamiento para los ciudadanos y también en los préstamos para empresas.

Sobre los planes anunciados por el gobierno para capitalizar a Pemex, Correa dijo que se debe evitar caer en la tentación de recurrir a más deuda, pues sería contraproducente, puesto que esos recursos tendrán que salir de algún renglón del gasto.

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