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Los bajos precios del petróleo pueden tener un impacto negativo sobre las finanzas públicas de México, además de que van a afectar la ronda de licitaciones de contratos en aguas profundas a realizarse en 2016, aseguró el oficial de asuntos económicos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Juan Carlos Rivas.

“Dado el contexto internacional pueden existir retrasos en la implementación de proyectos de infraestructura, principalmente en la reforma energética. Hay que tomar en cuenta que la siguiente ronda es de extracción y exploración en aguas profundas. No llevar a cabo esta fase es un riesgo que se puede materializar y puede traer consecuencias negativas para el país”, advirtió el especialista.

Durante la presentación de la Situación y Perspectivas de la Economía Mundial 2016, el coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la Facultad de Economía de la UNAM, Eduardo Loría, dijo que las coberturas petroleras no van a proteger la totalidad de los ingresos públicos, por ello, ante la posibilidad de que sigan cayendo los precios del petróleo, que siga la depreciación del peso frente al dólar a niveles mayores y se mantenga el entorno adverso, al gobierno sólo le quedan dos alternativas: hacer un nuevo recorte presupuestal o endeudarse más.

“Erróneamente” se cree que las coberturas petroleras van a blindar la totalidad de los ingresos por hidrocarburos, pero eso no sucede, porque solamente cuentan con seguro 212 mil barriles, de una producción total de 2.2 millones de barriles, esto significa que “una parte importante del ingreso fiscal está desprotegido”, expuso el economista.

El coordinador del CEMPE expuso que regularmente los recortes al gasto se destinan a inversión en infraestructura, lo que limita el crecimiento del país. “El hecho es que desde hace unos años se registra la inversión pública más baja desde 1950”.

Estamos ante un “terremoto financiero”. El escenario internacional es sumamente adverso y esa situación se traspasa al tipo de cambio y esta paridad peso-dólar se trasmina a la inflación, por lo que este indicador puede llegar a 3.5% o 4% en 2016.

“El tipo de cambio puede depreciarse aún más, ya hay una sobrevaluación…y puede haber un efecto de traspaso del tipo de cambio a la inflación”, dijo Loría.

Juan Carlos Rivas dijo que les preocupa que no se realicen los gastos en infraestructura como se hizo en 2015 cuando se recortó el presupuesto y añadió que de haber ajustes adicionales se pueden materializar algunos riesgos y los efectos adversos se van a observar entre 2016 y 2017.

Aseguró que “la economía mexicana puede soportar la turbulencia e incluso México crecerá por arriba de otras grandes economías latinoamericanas como Brasil”.

Agregó que la Cepal espera que el crecimiento económico de México llegue a 2.6% en 2016, aunque todo depende de factores como la aceleración económica de Estados Unidos.

El representante del organismo descartó una caída adicional en la producción del petróleo y estimó que los precios del hidrocarburo van a situarse entre 18 y 20 dólares por barril.

El jefe de la unidad de desarrollo económico de la Cepal, Ramón Padilla, explicó que hay países en donde se registra una fuerte salida de capital por el tipo de cambio.

Eduardo Loría advirtió que en el contexto actual se puede dar el caso de que el Banco de México aumente la tasa de interés por arriba de las proporciones en que lo realice la Reserva Federal de Estados Unidos, una situación que ya ha ocurrido.

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