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La presencia de empresas asiáticas en el país y la posibilidad de financiar proyectos de infraestructura en México han aumentado el interés de bancos chinos por instalarse en el país.

Se espera que en los primeros meses de 2016 el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés) comience operaciones en el país después de la apertura de su oficina en octubre pasado; en tanto, el Banco de Construcción de China se ha acercado con las autoridades mexicanas con el interés de realizar trámites para iniciar operaciones en el país.

En ese sentido, analistas consideran que el hecho de que este tipo de bancos extranjeros lleguen a México puede detonar el financiamiento para otros sectores de la economía.

“No sólo estén apoyando a sus propios clientes de casa, sino a los proveedores de sus propias empresas en México. Eso puede dar una derrama económica bastante importante y es que no sería sólo en la gran empresa mexicana que está sobre atendida sino a las empresas pequeñas y medianas”, dijo Felipe Carvallo, analista de banca de Moody’s.

En el caso del ICBC, el banco más grande en el mundo, ha expresado su interés por el desarrollo de infraestructura y energía en México, ha mantenido una estrategia de expansión en varios mercados de América latina.

“Lo que vimos es que ICBC no sólo abrió en México sino también en Brasil y Argentina. Es parte de una estrategia de tener presencia en América Latina”, añadió Carvallo.

El especialista destacó que la llegada de nuevos bancos en México considera una estrategia de largo plazo en sectores estratégicos y en el caso de los asiáticos, difícilmente se van a enfocar a otorgar créditos a personas físicas al menos en el inicio de sus operaciones.

“Venir a instalar un banco a México te habla que es una estrategia a largo plazo. No es nada fácil instalarse en el país con toda la regulación que tiene la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Hemos visto bancos pequeños que han desaparecido por lo conservadora de la regulación”, destacó el analista de Moody’s.

La actual paridad del peso frente al dólar no tiene afectaciones entre los bancos, debido a que la mayoría de su financiamiento está otorgado en moneda nacional.

“Los bancos mexicanos son netamente locales. El fondeo es en pesos y si bien hay préstamos en dólares normalmente es a las empresas grandes con diversificación internacional e ingresos en su mayoría en dólares. No vemos un problema sistémico, quizá veamos algún problema en empresas que no se prepararon, pero los corporativos mexicanos vieron lo que podía pasar cuando el peso pasó de 10 a 13 pesos y entonces tomaron medidas al respecto”, explicó.

En forma similar, otros bancos asiáticos de reciente aprobación como el Shihan, de origen coreano, Mizuho, proveniente de Japón tienen como estrategia principal el financiamiento a empresas de sus países de origen. En tanto, el Bank of Tokio Mitsubishi con operaciones en México desde 1950, abrió este año una sucursal en León, Guanajuato, con el fin de atender a empresas niponas que operan en el bajío mexicano.

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