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El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, advirtió que los mercados de economías emergentes deben estar preparados para un choque al que calificó de “potencialmente grave” que haría necesario recurrir a políticas similares de estímulo monetario como lo hizo el Sistema de la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos.

Alertó que el ajuste puede ser violento y los políticos deben estar preparados para enfrentarlo, de acuerdo con una entrevista que dio al diario británico Financial Times.

Consideró que en un contexto de desaceleración de la economía china, los bancos centrales de mercados emergentes pueden seguir políticas homólogas que llevaron a cabo economías avanzadas con medidas no convencionales como prestamistas de última instancia con el propósito de estimular a sus economías.

La respuesta que se necesitaría de política monetaria por parte de los bancos centrales de economías emergentes, puede ser por debajo del alivio cuantitativo o conocido como QE, señaló Carstens al referirse a las que tuvieron que emprender el Fed y el Banco Central Europeo (BCE) con la compra de activos financieros.

A raíz de la crisis de las hipotecas en Estados Unidos en 2009, surgió el término QE (quantitative easing) o flexibilización cuantitativa como una política de estímulo monetario que consistió en la compra de activos tóxicos de los bancos privados.

Con ello se buscaba suministrar dinero a la economía por medio de la compra de deuda de estados o a instituciones financieras privadas así como de activos financieros. El programa de compra de activos se extendió y surgió el QE 1, el QE 2 y el QE 3. Posteriormente otros bancos como el BCE siguieron los pasos del Fed para enfrentar la crisis mundial.

Para el caso de los emergentes, Carstens consideró que la medida sería por debajo de esa "flexibilización cuantitativa”.

Nerviosismo rebasa proyección. Tras la advertencia del gobernador del Banco de México, los analistas financieros coincidieron en que la situación económica ha rebasado las expectativas y que no hay un factor en el corto plazo que haga pensar que la situación va a mejorar.

“La caída de los precios del petróleo y de otras materias primas como los metales, así como la depreciación del peso frente al dólar han sido mayores a lo esperado”, comentó Rafael Camarena, analista económico de grupo financiero Santander.

El precio internacional del petróleo en mínimos de casi 13 años, la desaceleración de la economía china, así como los datos mixtos sobre el desempeño económico de Estados Unidos han elevado la aversión al riesgo de los inversionistas sin que hasta el momento haya una señal positiva que pudiera tranquilizar a los mercados, advirtió James Salazar, analista económico de CI Banco

Esta combinación de factores está provocando caídas muy serias en la mayoría de los mercados financieros, y para hacerle frente es que Carstens habla de medidas de política monetaria no convencionales, agregó Salazar.

Sin embargo, la posibilidad de que economías emergentes apliquen medidas heterodoxas como los han hecho las economías desarrolladas resulta complicado porque necesitarían partir de una posición fiscal muy sólida y las finanzas públicas de la mayor parte de los mercados emergentes han resentido el impacto de la creciente volatilidad financiera, opinó Rafael Camarena.

En el caso específico de México, Guillermo Aboumarad, director de estrategias de mercado de casa de bolsa Finamex, considera que la depreciación del peso comienza a parecer desordenada por lo que hay que fortalecer el mecanismo de venta de dólares., para evitar que el peso sea una de las monedas más castigadas por el fortalecimiento internacional del dólar.

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