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El peso cayó otra vez frente al superdólar fortalecido por datos que se darán a conocer y que anticipan que la economía y empleo en Estados Unidos pueden estar mejor preparados para desarrollarse dentro de un ciclo de alzas de las tasas de interés, lo que según algunas voces al interior del sistema de la Reserva Federal (Fed), puede iniciar en septiembre.

Durante la jornada cambiaria de ayer fue necesario inyectar al mercado 400 millones de dólares en tres subastas, con lo cual se estrenaron las medidas que modificó la Comisión de Cambios el pasado 30 de julio para asegurar la liquidez y el orden.

Desde temprano el dólar interbancario aumentó 1.1% en el intradía respecto al tipo de cambio Fix de la jornada anterior de 16.1736, ubicándose arriba del mínimo para la subasta del miércoles en 16.3353 por dólar.

Así fue que a las 9 de la mañana el Banco de México salió a vender 200 millones de dólares con precio mínimo a un tipo de cambio ponderado de 16.3353 pesos por billete verde.

Sólo hubo un postor que adquirió únicamente la mitad del monto. El resto se asignó a nueve instituciones en la subasta de mediodía a un tipo de cambio ponderado de 16.3633 pesos por dólar. Los postores habían demandado 347 millones de dólares.

A las 10 de la mañana se vendieron los 200 millones de dólares de la subasta diaria sin precio mínimo que antes del 30 de julio era por 52 millones de dólares. Se asignó la totalidad a 10 instituciones a un tipo de cambio ponderado de 16.3668 pesos por divisa.

Para algunos analistas a pesar de que se robusteció el arsenal para apuntalar a la moneda mexicana a costa de las reservas internacionales, el dólar se fortalece en la medida en que se acerca la reunión del Fed en la que puede subir los tipos de interés.

Seguirá perdiendo terreno. El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño dijo a EL UNIVERSAL que a pesar de las intervenciones de la autoridad, el peso va a seguir perdiendo terreno porque la moneda mexicana se mueve de manera más consistente con la nueva realidad de astringencia monetaria que va a empezar Estados Unidos y que México va a tener que seguir.

De tal manera que “salir a vender reservas internacionales lo único que hace es suavizarla la trayectoria del peso hacia su nueva paridad consistente”, afirmó pero advirtió que no evita la depreciación que tiene que ver con que el peso estaba sobrevaluado por el exceso de liquidez global que se dio desde la recesión de 2009.

“Por lo tanto, esa liquidez que se empieza a retirar, nuestra moneda va a regresar a una paridad consistente con esas condiciones monetarias”, consideró. Por eso estimó que el peso va a llegar hasta dónde el mercado considere que es la nueva paridad a pesar del nivel de reservas que la autoridad está dispuesta a quemar.

Alejandro Padilla, director de estrategia de renta fija y tipo de cambio de Banorte-Ixe, explicó que la activación de los dos mecanismos de subastas de dólares reflejó que hay una elevada volatilidad en los mercados internacionales dejando al peso más débil.

Comentó que el viernes se dará a conocer el dato de la nómina no agrícola, reporte de empleo que por lo general es importante para los mercados y en esta ocasión cobra relevancia porque nos encontramos a días de la reunión de la Fed del 16 y 17 de septiembre.

“Probablemente el reporte del viernes pudiera inclinar la balanza si la Fed sube en septiembre o diciembre; por eso es que los mercados están tan nerviosos porque esperan a que los datos confirmen que la Fed está próxima a subir tasas”, apuntó.

Además se han dado comentarios por parte de miembros de la Fed que tiene voto para tomar decisiones, que han hecho referencia a la importancia de los datos que se conocerán mañana, y sobre todo a la discusión que se tiene al interior de la junta en relación a subir las tasas o no en septiembre.

“Por eso es que los mercados están estresados porque los inversionistas cubren posiciones de riesgo a la espera del reporte que se dará el viernes y la inyección de dólares le dio un ligero respiro”, detalló.

Para Ernesto O’Farril, presidente de Bursamétrica, la inyección de dólares es una medida insuficiente pero no es para mantener la paridad sino para amortiguar el golpe de la salida de flujos del mercado de dinero.

“Los mercados se anticipan a los hechos y aunque la Fed no ha elevado sus tasas los mercados ya lo están descontando y realizan cambios en sus posiciones; hace dos meses teníamos 150 mil millones de dólares en manos de extranjeros en valores gubernamentales: Cuántos de esos recursos se van a salir en pesos y se van a pasar a dólares. No creo que vayan a ser más de 15 mil mdd”, advirtió.

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