México, DF.— El Gobierno del Estado de México (Edomex) y el DF deben a OHL México 45 mil 719 millones de pesos por los bajos aforos de las autopistas que opera: el Circuito Exterior Mexiquense, el Viaducto Bicentenario y la Autopista Urbana Norte.

O eso es lo que defiende la filial azteca en los últimos resultados. La firma que preside José Oteyza en México asegura que “tiene un derecho incondicional” a cobrar en efectivo o través de mayores peajes el porcentaje de la rentabilidad garantizada que no logre durante el periodo de concesión, un monto que a diciembre de 2014 alcanzaba los 45 mil 719 millones ya mencionados entre las tres carreteras (sólo el CEM acumula una deuda de 29 mil 471 millones de pesos).

La rentabilidad garantizada por el Edomex supone que OHL México recuperará toda la inversión realizada en las autovías durante todos los años de operación (construcción y mantenimiento) con un 10% de interés anual en el caso del CEM y del 7% en el del Viaducto. Así, fuentes cercanas a la filial azteca aseguran que la deuda con el Edomex seguirá creciendo en los próximos años hasta que el tráfico alcance los niveles esperados y los ingresos por peaje cubran la rentabilidad prevista.

“Los contratos de concesión de CEM y Viaducto incluyen cláusulas por las que se garantiza el derecho a recuperar en el plazo contractual el capital invertido incrementado con una tasa interna de rentabilidad real anual. Dichos contratos también establecen que en caso de que finalice la concesión sin que se haya recuperado completamente el capital invertido más la rentabilidad garantizada acumulada el concedente podrá extender el plazo de la concesión o liquidar el monto pendiente de recuperar”, explica la filial azteca en sus resultados.

“Si el Gobierno del Estado de México quiere recuperar el CEM este año tendría que pagar en efectivo esos 29 mil 471 millones de pesos y si termina la concesión y no se han recuperado, también”, aseguran fuentes cercanas a la compañía. En este sentido, el título de concesión de Circuito Exterior Mexiquense, que se ha modificado seis veces, recoge que si la concesionaria acredita que “por causas no imputables a ella” no ha recuperado su inversión más el rendimiento previsto la Secretaría deberá “otorgar la prórroga correspondiente o liberarse de la obligación mediante la liquidación a la concesionaria de la inversión más el rendimiento pactado”.

Desde OHL explican que las causas “no imputables” incluyen casos como que el tráfico sea menor del previsto y por lo tanto no se generen los suficientes ingresos, una situación que se está dando en las tres carreteras y que ha llevado al Edomex a modificar los contratos para evitar tener que liquidar las deudas en efectivo. Así, ha aumentado hasta 2051 el periodo de concesión de CEM, ha aprobado un alza de los peajes anual del 6% más inflación hasta 2021 y ha reducido los aforos previstos. En esta línea, el Viaducto Bicentenario tiene aprobada un alza de las tarifas del 7% anual hasta 2018.

Los ingresos que OHL México no ha logrado obtener por los menores aforos, es decir, la diferencia entre la facturación real y la prometida por el Edomex, se apunta en las cuentas como “otros ingresos de operación” y suponen casi el 60% de la facturación total de la filial y más del 70% de su EBITDA. Así, si se eliminara esta partida de ingresos, la filial y las carreteras estarían en quiebra.

Y es que, según las cuentas presentadas por la filial azteca, el EBITDA logrado con el cobro de peajes no alcanza para pagar los intereses de la deuda contraída para la construcción de la misma. Por ejemplo, el negocio de peajes del CEM, que costó unos mil 390 millones de euros, generó un EBITDA de 92.5 millones de euros en 2014, mientras que sus gastos por intereses alcanzaron los 117 millones. En esta línea se encuentra el Viaducto Bicentenario, que ha obtenido un EBITDA por peajes de unos 14.4 millones de euros en 2014 y sólo en intereses de deuda tiene que pagar 29.4 millones.

Durante los primeros años los aforos de las autovías se quedaron a menos de la mitad de lo previsto en la licitación. En concreto, el CEM, con un aforo de 300 mil coches, está a un 80% de lo previsto en las modificaciones y el Viaducto Bicentenario a un 58% de lo original: se preveía un tráfico diario de 51 mil vehículos y apenas se han alcanzado los 31 mil coches diarios en el segundo semestre.

La partida de otros ingresos de explotación y la rentabilidad garantizadas, que OHL México se lo apunta como un activo financiero, ha generado mucha controversia en México. La firma ha sido denunciada ante el regulador mexicano por inflar y falsificar sus cuentas al incluir esos ingresos, pero desde el sector se asegura que Edomex ha reconocido la deuda.

103 millones en seguridad. OHL México realizó el mes pasado una transferencia de 103.5 millones de pesos, unos 5.8 millones de euros, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del Estado de México. Los fondos transferidos, que se destinarán a la compra de cámaras de seguridad y demás instalaciones, los ha ido recolectando desde 2013, cuando la Secretaría le impuso un aumento del peaje de 0.5 pesos.

El incremento de la tarifa se iba a destinar en un primer momento a pagar la instalación y la operación del SIVA, un sistema para auditar el tráfico del CEM. Aunque el sistema de control del aforo se aprobó por el Saascaem, finalmente se decidió eliminar alegando su “elevado costo”. Pese a que ya no se instalaría el SIVA, el alza de la tarifa no se modificó y OHL ha ido cobrando a los conductores desde entonces.

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