Un buen emprendedor no actúa completamente solo. Si bien al inicio de la aventura, él gestionó la idea y de él salió el deseo de llevarla a cabo, conforme va avanzando en este camino, gestionar un equipo que pueda respaldarlo, paliar sus carencias y ejecutar lo necesario para que el proyecto se convierta en empresa se vuelve esencial para que la empresa triunfe.

La importancia de tener un gran equipo cuando se es emprendedor proviene de varios frentes. El empresario necesita formar un excelente grupo porque éste le va a ayudar a llevar a la práctica los factores críticos de éxito que llevarán a la empresa a triunfar. El equipo es en su mayoría su brazo ejecutor.

El que este conjunto lo haga bien no sólo impacta en el desempeño de la compañía sino que define su destino.

Según el reporte La anatomía de un empresario. Creando a un empresario exitoso de la Kauffman Foundation, 82% de los emprendedores asegura que el constituir un equipo competente fue un factor muy importante en su éxito. Y justamente en esto es en lo que se fijan los inversionistas que buscan empresas de reciente creación. Tener un buen grupo de trabajo es uno de los aspectos clave que los inversionistas evalúan antes de poner su dinero en un emprendimiento.

Lo que se quiere saber

¿Qué preguntas se hace un inversionista al conocer a un emprendedor y a su equipo para analizar si va a invertir o no? Carlos Eduardo Espinal, socio de Seedcamp, un fondo europeo de capital semilla, lo explica: “¿Tiene este equipo la experiencia necesaria para concretar lo que se han propuesta? ¿Tiene la capacidad de identificar sus propias debilidades y contratar a personas capaces de complementarlo? ¿Puede el equipo lidiar constructivamente con los retos que van a enfrentar durante el ciclo de vida de la compañía? Cuando él responde estas preguntas de manera satisfactoria al analizar una empresa candidata a recibir inversión, entonces es capaz de valorar que esa startup tiene un “buen equipo”.

Lo que ellos van a hacer

Así, como emprendedor, es necesario plantearse la construcción de un grupo que permita resolver estas interrogantes.

John W. Mullins, un profesor asociado de marketing y emprendimiento en la London Business School, explica en su libro The New Business Road Test, una diferencia importante entre los emprendedores con éxito y los que no lo han tenido, y justo tiene que ver con esto. “Así como en cada deporte, hay algunos atributos clave que separan a los ganadores de los perdedores, y esto se aplica al emprender. Una diferencia común entre los ganadores y los perdedores es que los ganadores identifican los factores críticos para tener éxito en su industria particular y luego los transmiten a su equipo”, asegura. Los perdedores o no identificaron estos factores o no tuvieron un equipo capaz de desarrollarlos.

Ahora bien. Primero hay que responder a la pregunta de cómo encontrar estos factores críticos de éxito.

Mullins propone que para hacerlo, los emprendedores se hagan dos preguntas.

La primera es: ¿Cuáles pocas decisiones o actividades son las que si se hacen mal, van a tener severos efectos negativos en el desempeño de la compañía?

La segunda es: ¿Qué actividades o decisiones si se hacen bien, van a dar efectos desmesuradamente positivos en el desempeño?

Un ejemplo: “En retail, la industria donde pasé la mayor parte de mi carrera de negocio, los factores críticos de éxito son, como dicen: Ubicación, ubicación y ubicación. Los minoristas con una gran ubicación pueden hacer otras cosas mal y seguir desempeñándose bien, al menos por un tiempo”, explica el profesor. Los que hacen las cosas bien pero tienen una mala ubicación, siempre van a estar luchando por sobrevivir.

La recomendación es que le hagas estas preguntas a 15 o 20 emprendedores y ejecutivos que estén en tu industria. “Vas a obtener diferentes respuestas pero sin duda algunas van a converger en los mismos temas. Eso es lo que estás buscando”, asegura. Ya identificados estos factores de éxito, se le van a transmitir al equipo.

En la investigación para escribir este libro, Mullins se dio a la tarea de investigar, entre otras cosas, qué es lo que los inversionistas quieren para que estén dispuestos a invertir en una startup.

Lo que encontró es que a ellos les interesa la ejecución del proyecto.

De hecho, eso es “lo que los mantiene despiertos en las noches”, ya que ésta es la única protección que tienen después de haber invertido en una empresa que apenas nace.

Ellos confían en la manera en la que se van a ejecutar estos factores críticos de éxito porque es la única forma de proteger su dinero.

Y la manera de ejecutarlos tiene que ver con que el emprendedor haya identificado precisamente estos factores y la segunda, tiene que ver con que haya formado este equipo capaz de ejecutarlos.

Así de importante es la formación de un equipo en el emprendimiento.

Reconocer las carencias

El encontrar a los miembros adecuados tiene que ver con la capacidad del emprendedor de reconocer sus habilidades pero también de reconocer qué es lo que no hace bien.

Tiene que ver con la humildad de reconocer justamente sus carencias y de buscar personas que puedan llenar estos vacíos. El emprendedor generalmente nace solo pero poco a poco, conforme va creciendo el proyecto, va buscando aquellos que harán por él lo que él no sabe hacer.

“El emprendimiento sale de una cabeza y puedes contagiar a una o dos personas. Tienes a un visionario, un par de seguidores que se vuelven tus brazos ejecutores y con el tiempo vas a encontrar a un equipo que va a desarrollar el proyecto”, explica Víctor Moctezuma, director de Ilab, un centro de innovación e incubación sin fines de lucro que busca apoyar a jóvenes de escasos recursos, ganador del Premio Nacional del Emprendedor en la categoría de organismo impulsor del ecosistema emprendedor.

Es muy importante que el emprendedor tenga la idea muy clara para que éste la pueda contagiar al resto. La ejecución del proyecto depende de la dirección del emprendedor pero del desempeño del equipo, así que es necesario que éste sea bueno.

“Si el equipo no está cohesionado, no tiene las capacidades o el conocimiento técnico o no tiene ni siquiera la energía, ningún inversor va a ser ponerle dinero a algo que no está seguro en su ejecución”, asegura Moctezuma.

¿Qué necesitas para formar un buen equipo? Saber negociar, motivar, contratar y despedir. Negociar porque tienes que intercambiar conocimientos y recursos con otras personas, pero contratar y despedir porque de esto va a depender la calidad y las capacidades de este grupo que constituye en más de 80% —así lo encontró la Kauffman Foundation— del éxito de la empresa. Así, las capacidades de liderazgo del emprendedor son esenciales.

La buena contratación de estos
elementos es clave porque una mala contratación constituye un lastre para una empresa.

Y en este sentido, también es necesario que el emprendedor sepa reconocer cuando las cosas salen mal y tiene que decir adiós.

En cualquier etapa es importante, pero cuando una empresa está en etapas tempranas, es necesario que el líder aprenda a despedir porque si un mal elemento siempre es dañino en una organización, en una pyme tendrá un mucho mayor potencial negativo.

“En una startup, cada persona es una gran parte de la compañía y una persona infeliz puede echar abajo todo el equipo. Por esa razón, además de ser capaz de mantener al equipo feliz, el emprendedor debe ser capaz de despedir a quienes no se desempeñan correctamente”, explica Stever Robbins, CEO de una empresa de coaching y consultoría para emprendedores en la Revista de Negocios de Harvard.

Las habilidades de liderazgo del emprendedor son esenciales en la formación de este equipo, porque en sus hombros recae la responsabilidad de transmitir la misión, visión y los valores de su proyecto y de convertir a las personas que reclutará en su empresa no sólo en miembros del equipo sino en seguidores de su propia marca.

Si bien este aspecto es muy importante para comenzar a gestar el compromiso, también lo es el contar con la flexibilidad de incorporar y dejar ir a las personas conforme el proyecto se va desarrollando, porque el equipo para nada debe
ser estático.

“Tienes que tener consciencia de que los mismos que entraron seguramente no son con los que vas a acabar el proyecto. Necesitas atraer y retener distintos perfiles y capacidades para distintos momentos y realidades de un proyecto”, asegura Víctor Moctezuma.

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