Asia es el continente más poblado de la Tierra y a lo largo de sus 44 millones y medio de kilómetros, alberga, entre otros, a dos de los países más habitados del mundo: China e India. En total, esa región es hogar de casi 60% de la población a escala mundial. ¿Quién no quisiera incursionar en tan vasto territorio? Pero no es tan sencillo, al menos no para quien no realmente planea este paso. Por su extensión y otras características específicas de sus zonas, este territorio es una oportunidad —y también un reto— para los emprendedores que buscan cruzar sus fronteras.

China, Japón y Corea son nuestros principales socios comerciales, aunque sus exportaciones hacia México son mucho mayores —la balanza comercial en los tres casos es negativa— que las nuestras a sus regiones, lo que implica una gran oportunidad para los empresarios mexicanos. En general, el continente asiático es una región con la que las autoridades mexicanas desean impulsar el intercambio. Por supuesto, estos tres países no son los únicos del continente. México mantiene intercambios con otras naciones de la región como Arabia Saudita, Filipinas, Israel, Malasia, Tailandia, Vietnam, etcétera.

México tiene distintos acuerdos firmados con naciones de ese continente como Corea, China, India, Israel, Japón y Singapur. Recientemente, el país se adhirió al polémico Tratado de Asociación Transpacífico.

Si eres un emprendedor que quiere probar suerte en ese continente, justo debes tomar en cuenta que esta región no es una masa de tierra homogénea, sino que en cada país existe una diversidad y una diferencia tanto económica como social.

“En Asia podemos tener a Japón con una tasa de ahorro y un ingreso per cápita altísimo o a Camboya con un ingreso bajísimo. Es muy diferente. No vean a Asia como un sólo bloque. Incluso dentro de los países hay un abanico muy amplio”, explica Juan Carlos Cante, presidente de la Entrepreneur Organization capítulo México y ex funcionario con experiencia de negocios en ese continente. “Querer ir a cinco países de Asia claramente no se va a poder”, sostiene el especialista, y pone un ejemplo: “Hay emprendedores que piensan que con que le vendan un producto a cada chino ya la hicieron, pero hay millones de chinos que viven con menos de un dólar al día aunque también hay más millonarios que en cualquier otro país. Es imposible tener un sólo producto para todos los chinos, y menos para todos los asiáticos”.

Así, que es necesario estudiar por separado cada uno de los mercados, —para el cual pueden ayudarte agencias como Proméxico o Invest Hong Kong, por ejemplo— para encontrar el país adecuado para tu empresa.

“Promexico puede ayudar a dar información sobre lo que ofrecen esos mercados”, explica Juan Roberto Reyes Solís, coordinador del Programa de Relaciones Internacionales en la Universidad del Valle de México.

En Asia hay 11 oficinas de esta agencia que pueden ayudarte a hacer el proceso.

Es necesario que consideres que entrar a este continente exige constancia, paciencia y el querer permanecer a largo plazo, coinciden diversos especialistas.

Simon Galpin, director general de promoción de inversiones de Invest Hong Kong —el departamento de esa región administrativa que está encargado de la atracción de Inversión Extranjera Directa— asegura que las empresas que emprendan esta aventura tienen que estar comprometidas con el mercado.

“Asia, en general, no es una zona a la que puedas entrar y salir para hacer negocios. Tienes que invertir tiempo y tener la voluntad de desarrollar las relaciones que te ayudarán a hacer negocios”, explica.

Por su parte, Wood Egg, un compilador de guías para emprender en Asia, explica en el blog para emprendedores de Virgin, que se necesita paciencia y persistencia para emprender en este país, ya que hay que aprender el idioma, adaptarse al entorno de vida y navegar en el ambiente poco familiar de regulación del país en el que se quiere establecer. Pero sobre todo —y en esto coincide con Galpin— las relaciones que se logren entablar con los “partners” locales son de suma importancia. “Las ventajas de haber formado relaciones altamente leales con compatriotas locales de negocios vienen para aquellos que estén dispuestos a invertir tiempo y energía en una relación a largo plazo y esto también funciona como una barrera para aquellos que están enfocados en buscar oportunidades del momento”, explica.

Otro de los temas es la cultura, la cual es muy diferente a la nuestra. Los especialistas coinciden que tienes que conocer los usos y costumbres de la zona.

“A veces queremos venderles algo que a nosotros nos encanta pero a ellos no les gusta. La forma de consumirlo o de presentar al producto muchas veces es sumamente diferente. Hay que entender la cultura para entrar al mercado”, explica Juan Carlos y el especialista da un ejemplo fruto de su experiencia en esas tierras. En el caso de que quieras vender vino en China con cata incluida, tienes que saber que ellos se lo toman con hielo y refresco de cola.

“Los productores de vino que estaban allá se traumaban con eso. El alcohol sirve para facilitar la convivencia familiar y de negocios, entonces lo que quieren ellos es ponerse un poquito a tono. Ellos no tienen una enzima y el alcohol se les sube muy rápido, así que como el vino lo sienten muy fuerte, lo quieren diluir”, explica. Así que el consejo es que estudies bien tu mercado y que conozcas la cultura de la región en la que te quieres establecer.

Lo más complicado

Es un continente que presenta grandes oportunidades pero también grandes retos. “Es un mercado con gran potencial. Pero son mercados de grandes retos pero no imposibles, sólo hay que saber cómo adaptarse”, explica Reyes.

Por eso, hay que prepararse para los cambios. En muchas ocasiones, es necesario “tropicalizar” los productos o servicios para adecuarlos al mercado. “Es importante la persistencia, y si se tiene una racha negativa, hacer rectificaciones en el curso. La tropicalización es muy importante y un componente esencial es la innovación. Hemos encontrado emprendedores que en el camino de tropicalizarse innovan y se encuentran con nuevos colores, nuevas formas, nuevos empaques. La creatividad es necesaria”, sostiene el especialista.

El peor aspecto de emprender en este continente, de acuerdo con la experiencia de Wood Egg compartida en el blog de Virgin, quien compila anualmente guías para emprender en Asia, es navegar por las regulaciones legales y gubernamentales, incluyendo todas las relacionadas con visas y con la estancia legal en el país. Otros retos a los que se enfrentará el emprendedor son: el aprendizaje del lenguaje, la adaptación a las normas culturales y el reclutamiento y manejo del talento local.

Es importante tener claro que no siempre se triunfa, por negativo que suene, ya que es meterse a un contexto completamente desconocido, sostiene el especialista de la UVM: “La expectativa potencial de fracaso es alta. Es muy importante llegar bien asesorado e informado. En mucho ayuda acercarse a las cámaras empresariales para facilitar tener la información directa y a la mano”.

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