Los increíbles avances de la tecnología en los últimos años han permitido que la robótica, la automatización, la digitalización y muchos de los aspectos de la cuarta revolución industrial tengan alcances que hasta hace poco parecían inimaginables.

El uso de los robots en muchas industrias y actividades es cada vez más común y empiezan a reemplazar tareas laborales cada vez más especializadas.

Ejemplos de lo anterior son la industria automotriz, las industrias eléctricas y maquinarias, por mencionar algunas, pero ahora con el desarrollo de la inteligencia artificial, la amenaza con dejar obsoletas muchas ocupaciones tradicionales es cada vez mayor.

Hoy en día, industrias como la banca, el turismo, comercio, servicios al cliente, la educación, la política, el entretenimiento y muchas otras actividades ya recurren a este tipo de tecnología y también se hacen presentes en redes sociales, así como en otros aspectos de la vida diaria, por lo que actualmente los conocemos como bots.

Los bots ejecutan una tarea automatizada, la cual puede ir desde activar una alarma, hacer una búsqueda en línea o bien conducir un auto, entre otras actividades; pero también ya son instructores en la educación en línea, un analista de datos, nuestro asistente de viaje, son nuestros interlocutores en alguna conversación vía internet, entre otras funciones.

Con los bots las oportunidades de negocio también se expanden, sobre todo en áreas no tradicionales como la banca digital, áreas de diseño, de programación, de ciberseguridad, de análisis de datos, en aquellas en generar el contenido adecuado en estos bots, en idiomas, los cuales pueden ofrecer bienes y servicios las 24 horas del día y todos los días del año. Esto sin duda, se traduce en un mayor dinamismo económico.

Podemos estar considerando a los bots como los asistentes del futuro y están cambiando nuestra concepción tradicional del trabajo.

En ese sentido, la tecnología y la innovación han provocado un mercado laboral cada vez más calificado y con mayores habilidades y adaptación a los cambios.

En el otro lado de la moneda, los bots también son utilizados de manera negativa no sólo con cuentas falsas en redes sociales para manipular tendencias o fingir apoyos; también hacen el trabajo sucio para corromper sistemas, para atacar funciones democráticas de una organización o del propio aparato del Estado como las consultas abiertas vía la red, en la que los bots (a través del robo de identidad), saturan los sistemas con cometanrios falsos.

Debemos estar alertas de que las cosas no se salgan de control; algunos bots pueden contener virus y como son capaces de mejorar, aprender y adaptarse a su usuario mientras más datos vaya obteniendo, cobran vida a través de programas o secuencias de comandos que le dan el poder de imitar a miles.

Una empresa debe considerar estas nuevas tecnologías y ser cuidadosa de no dar a estos asistentes digitales demasiado poder para actuar en nombre de ella, pues podrían darse situaciones vergonzosas o en el peor de los casos, la pérdida del negocio.

Lo que es un hecho es que debemos acostumbrarnos a estos cambios tecnológicos. Si bien aún no hay una regulación sobre su uso, la globalización y la tecnología están cambiando radicalmente el mercado de trabajo y cada vez millones de personas encuentran empleos en la economía digital, pero también otros miles temen perder sus empleos y ser sustituidos por robots.

Para los países en desarrollo como México, la innovación y adoptar nuevas tecnologías como los bots es necesario para competir, para impulsar nuevos negocios.

El avance de la automatización es imparable y ante ese escenario, nuestro país va a requerir resarcir el rezago tecnológico en el que se encuentra.

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información de los Hogares 2016 que elabora el Inegi, 53% de los hogares en México no cuenta con una conexión a internet.

Esta baja penetración de la tecnología es la que, posiblemente, hace que a día de hoy se vean todavía pocos indicios de automatización.

La cuarta Revolución Industrial no se va a detener, la automatización y el uso de los bots serán cada vez más frecuentes. Para poder enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que la economía digital nos va a exigir, debemos anticiparnos, crear escenarios, medir impactos y generar observatorios.

Los gobiernos, las empresas y la población debemos estar preparados para la era digital y enfrentarla con capacitación, con una preparación tecnológica.

Es necesario tomarla como un incentivo para generar mejores ingresos y aspirar a un país con elevada penetración tanto económica, como social y tecnológica en los ámbitos de competitividad mundial.

Vicepresidente de Consultores Internacionales S.C.

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