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En el conflicto comercial del mercado de endulzantes México-Estados Unidos, el presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), Juan Cortina Gallardo, pidió al gobierno que si el 5 de junio se imponen cuotas compensatorias al azúcar, entonces al amparo de las represalias que autorizó la Organización Mundial de Comercio (OMC) se grave con aranceles a la fructosa de EU.

Con ello se afectaría, a una tercera parte de la fructosa que se importa de Estados Unidos.

Dijo que los industriales nacionales están trabajando intensamente con la Secretaría de Economía para llegar a un acuerdo bilateral en materia azucarera, “pero si la intransigencia y las excesivas demandas de la industria azucarera de EU llevan a que el azúcar de México enfrente impuestos en dicho país, será indispensable que las autoridades mexicanas hagan uso del derecho conferido por la OMC, en el sentido de cobrar aranceles contra la fructosa estadounidense de inmediato”.

Actualmente EU fija el monto de azúcar que puede entrar y restringe a 53% el porcentaje de endulzante refinado que pueda entrar, la propuesta es reducirlo a 15% o 20%.

Cortina dijo que esperan que el 5 de junio, fecha en que se vence el plazo para tener un consenso, haya un acuerdo “razonable y no tener que llegar a una guerra comercial absurda que afectaría empleos en el sector del maíz en Estados Unidos, así como las oportunidades de exportación mexicanas, solamente en beneficio de unas refinerías americanas”.

La petición de imponer aranceles a la fructosa tiene que ver con que el lunes la OMC autorizó a la autoridad mexicana imponer represalias comerciales a productos estadounidenses por 163 millones de dólares, porque dicho país viola las reglas internacionales al no darle la etiqueta delfín seguro o dolphin safe al atún mexicano.

Cabe mencionar que la semana pasada el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, aseguró que en las próximas dos semanas podría haber “signos” que lleven a un posible cierre de las negociaciones en torno al acuerdo azucarero que tienen ambos países desde diciembre de 2014, y por el cual se fijan los mecanismos para exportar azúcar mexicana a EU.

Ello, a pesar de que el 1 de mayo pasado el gobierno mexicano y el sector azucarero nacional coincidieron en que los estadounidenses hacen demandas “excesivas”.

Sin embargo, para el presidente de Sucroliq, empresa productora de fructosa, Enrique Bojórquez, la petición de los azucareros pareciera no representar verdaderamente a la industria, porque si bien imponer cuotas compensatorias al dulce estadounidense afectará refinerías mexicanas, también habría daños para las empresas fabricantes de ambos lados, al igual que para los cañeros.

Dijo que hace una semana se anunció que podrían llegar a un acuerdo con los estadounidenses pero eso sería “arrodillarnos”, porque se cedería a las condiciones que piden los refinadores de Estados Unidos de disminuir el porcentaje de azúcar mexicana refinada que puede entrar a ese país.

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