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La inclusión del sector energético como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) abre un esquema de complementariedad entre México y Estados Unidos, donde se abren oportunidades de inversión y mayor crecimiento de la industria en ambos países, consideró la agencia Moody’s.

“Es una oportunidad, ya que los dos países tienen intereses diferentes y complementarios en la industria. Estados Unidos tiene recursos e interés por invertir en México y México tiene interés en exportar y también en importar gas y combustible”, dijo la especialista del sector energético de la firma, Nymia Almeida.

“Entonces, son intereses que al parecer no tienen ninguna disputa. Son intereses complementarios que pudieran inclusive reforzarse si se tienen mejores leyes con respecto a inversión extranjera o repatriación de utilidades”.

Para la especialista, la posibilidad de que se tome en cuenta el sector energético como parte de la renovación del TLCAN incluiría un contexto legal hasta ahora no existente en el tratado para la industria energética, donde se refuerce el intercambio comercial entre los dos países en materia energética.

“Veo potencial y mejoría de lo que ya existe, que no está mal, pero que pudiera ser mejorado para beneficio mutuo. No veo riesgos para México, ya que sería iniciar de cero y reforzar buenas prácticas comerciales”, explicó.

Hasta el momento, la posibilidad de un cambio de gobierno en las elecciones presidenciales en 2018 y que pretenda modificar el esquema de inversión y participación del sector privado en la reforma energética no representa un riesgo para la agencia, ya que se necesitan revertir los cambios constitucionales logrados al comienzo de la presente administración.

“No nos preocupa tanto, pero definitivamente si es un riesgo de que lo logrado hasta 2018 por una nueva administración menos enfocada a los cambios, pudiera dañar el sentido de las mejorías de la empresa y es algo a lo que vamos a estar prestando atención”, mencionó la especialista.

Mejor calificación. Almeida dijo que hay posibilidades de estabilizar la calificación crediticia de Pemex conforme los cambios en sus finanzas puedan ser sostenibles en el largo plazo.

“Hay una visión mejor de lo que teníamos el año pasado y lo que nos da un poco de tiempo de observar que el manejo de la empresa no pierda el momento, que se siga concentrado en lo que tiene que hacer y que en el corto plazo se pueda estabilizar la calificación de Pemex cuando veamos que los cambios son más permanentes que puntuales como hasta ahora”, dijo.

No obstante algunos cambios positivos en la empresa, Moody’s recordó varios problemas, pues la petrolera se mantiene afectada principalmente por la carga fiscal y caída en producción.

“Son problemas estructurales fuertes relacionados con una carga de impuestos muy alta que seguirá afectando a la empresa, pero hay expectativas de que se disminuya esta carga en la medida que cambie el contexto fiscal de sus nuevos proyectos”, dijo.

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