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En momentos en los que la nueva administración estadounidense promueve el proteccionismo, China abre caminos y lanza su estrategia integradora y de apertura comercial para posicionarse como una potencia.

El gobierno chino avanza a paso firme en su nueva ruta de la seda —la iniciativa conocida como “Belt and Road Initiative” (Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda)—, coincidieron el director de subsidiarias multinacionales de banca de empresas de México y Latinoamérica de HSBC, Diego Spannaus y el especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Arturo Oropeza.

“Vemos a China con visión, rumbo, destino, con proyecto, programas adecuados al siglo XXI, al integrar a 70 países en la nueva ruta de la seda. Con un Estados Unidos temeroso que trata de reinventar un nacionalismo económico, que se trata de cerrar frente al mundo. Acaba de cancelar el plan estratégico del siglo XXI, el TPP, y amenaza al TLCAN”, dijo Oropeza.

Lo que se observa es que Estados Unidos carece de una estrategia de integración, mientras China tiene esquemas globales integradores, que si se consolidan, mostrarán una clara hegemonía de los chinos por encima de los estadounidenses, expuso.

Proteccionismo  de EU da fortaleza a China
Proteccionismo de EU da fortaleza a China

China trae como “estandarte” el libre comercio, y por ello busca no solamente tener economía abierta sino también interconectada, así que aprovecha que Estados Unidos retoma políticas proteccionistas, que dejó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) en el que participaban 12 países, entre ellos asiáticos y orientales y en el futuro tendremos a una nueva primer potencia.

Lo que se ve es que la moneda china se aprecia desde 2006 a la fecha, además de que son la segunda economía que más invierte.

Mientras tanto, la agenda del presidente estadounidense, Donald Trump, en la parte comercial y económica perdió fuerza y en la parte militar tuvo que tomar otro rumbo para desviar la atención y generar consensos internos, aseguró el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz.

Trump tampoco tiene claro los cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con la única ventaja de que la economía de Estados Unidos sigue una inercia económica que le permitirá crecer en 2017, pero tiene que ver con fundamentos económicos, agregó.

Los hechos hablan. Durante el Foro Económico Mundial de Davos de enero de 2017, el presidente chino Xi Jinping defendió el libre comercio, mientras que Estados Unidos no envió a funcionarios de primer nivel, expuso Diego Spannaus.

La nueva ruta de la seda es un ambicioso plan que inició a fines de 2013 con la idea de interconectar 65 países de África, Asia, Europa y Medio Oriente, que representan 30% del PIB mundial y 63% de la población total, explicó HSBC en el estudio La nueva ruta de la seda, la nueva fuerza, atrás de la internacionalización de la moneda china.

La inversión planeada es de un total de 1.5 billones de renminbis, la moneda de curso en China, porque incluye diversas aristas: financiamiento, inversión, acceso a capital de mercado e inversión en infraestructura.

De acuerdo con el análisis de HSBC, la estrategia de Beijing es impulsar la capacidad industrial a fin de crear redes manufactureras internacionales.

También están en marchas proyectos de trenes en Indonesia, Tailandia, Laos y Europa. Equipo nuclear y tecnológico lo exportó China a Pakistán, Reino Unido, Argentina y Sudáfrica. A lo que se suman la estrategia china de trasladar la sobrecapacidad acerera a Malasia, Indonesia y Etiopía.

El banco de desarrollo chino, a inicios de año, tenía una cartera de 900 proyectos para desarrollarlos en los 65 países que integran la nueva ruta de la seda, lo que requiere una inversión de 800 mil millones de dólares.

A la fecha, los chinos han invertido 40 mil millones de dólares en diversos proyectos, dijo Oropeza, y añadió que la integración tiene que ver con construcción de ferrocarriles, puertos marítimos, proyectos agrícolas, servicios, energía y tecnología, entre otros.

“Vemos que el carril de China va imparable y nadie ha hecho nada para detenerlos”, expuso.

Ante la falta de definiciones en Estados Unidos y las inconformidades de países fuertes como Alemania, Francia e Inglaterra lo que veremos es el ascenso de Asia, agregó Oropeza.

Estamos ante un “proceso irreversible, el proceso de China va a seguir, con algunos fracasos, pero estamos ante un cambio gradual, consistente, multilateral”, y Estados Unidos le da un empujón a China al querer buscar el proteccionismo, dijo Spannaus.

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