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Este viernes, Pemex vuelve a estar en los reflectores con la firma del contrato de la asociación con la empresa australiana BHP Billiton Petróleo Operaciones de México para la exploración y extracción de hidrocarburos bajo un contrato de licencia en el área contractual denominado Trión en aguas ultraprofundas del Golfo de México.

De esta forma y con una inversión estimada en 11 mil millones de dólares, Pemex y BHP Billiton irán de la mano en la exploración y explotación del primer campo petrolero en aguas ultraprofundas del Golfo de México, en los límites marítimos con Estados Unidos, en un bloque que tiene una superficie de mil 285 kilómetros cuadrados y un volumen de reservas técnicamente recuperables de 480 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, indicó que, dado que en este bloque se realizaron los trabajos de exploración, es posible esperar la primera producción en 2023 y una capacidad máxima de producción de 120 mil barriles en 2025.

El funcionario indicó que la inversión arranca casi de manera inmediata a la firma del contrato.

Esto junto con el portafolio de proyectos en cartera de Pemex y de empresas privadas, puede permitir niveles de producción, en un escenario mínimo, ligeramente superiores a 2 millones 381 mil barriles en 2025, según las proyecciones de la Secretaría de Energía para el periodo 2016-2030, un plataforma mayor en 10.5% respecto del nivel alcanzado en 2016, equivalente a 227 mil barriles diarios más.

Para llegar a esta instancia y colocarse como la primera empresa en asociarse con Petróleos Mexicanos, bajo el esquema de farm out, la firma australiana hizo una oferta de 624 millones de dólares el pasado 5 de diciembre, colocándose por encima de la petrolera inglesa BP.

De los montos de inversión que se ofertaron en ese momento, BHP Billiton y BP fueron las que ofrecieron un valor cercano a las inversiones que Pemex había realizado en ese campo, estimadas en los cálculos de la propia empresa productiva del Estado en 700 millones de dólares.

“Se tomó en cuenta el costo de perforar pozos exploratorios y delimitadores a partir de la experiencia que tienen las empresas en otros campos del Golfo de México”, comentó un alto funcionario de Pemex.

La licitación del campo Trión estuvo diseñada para que se le reconocieran a la empresa petrolera estas inversiones que había realizado, aceptó Miguel Messmacher, subsecretario de ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Las autoridades hacendarias habían establecido una regalía mínima de 3% y una máxima de hasta 4%, como variable de adjudicación.

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