Las expectativas que se generan por el cambio de administración en Estados Unidos (EU) generan nerviosismo y un “ambiente negativo”, ante las declaraciones del presidente electo, Donald Trump, de que se renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseveró el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría.

Recomendó que en cuanto tome posesión el nuevo gobierno se inicie el diálogo entre ambos países y, que sean las empresas estadounidenses ligadas a México las que hablen de la importancia del comercio bilateral.

Expuso que el comportamiento de la paridad peso-dólar tiene que ver con tres principales factores: los precios del petróleo, la desaceleración económica mundial y las expectativas por la nueva administración presidencial en EU.

La economía mexicana es muy sensible a lo que ocurre en el país vecino, sobre todo porque está muy ligada al ciclo industrial de esa nación y al estar tan vinculadas las dos economías “hay una limitante en cuanto a qué tanto se puede hacer”, explicó Gurría en entrevista con EL UNIVERSAL.

El secretario general no quiso abundar sobre cuáles serán los niveles de paridad cambiaria que se podrían dar, pero advirtió que estamos en un momento en que la economía mundial, no solamente la mexicana, está en un momento “flaco, débil y mediocre”.

El país es sensible a esa desaceleración mundial y también a la caída del ritmo de crecimiento del comercio global, el cual en lugar de crecer a tasas de 7% anual lo hace en 2%.

Dijo que la posibilidad de cambiar las reglas comerciales entre ambos países, según las declaraciones de Trump, creó “un ambiente bastante negativo” que desaparecerá en cuanto asuma el poder y defina sus políticas.

“Para ser francos y claros, el tercer elemento que afecta, es que hay una expectativa de que el nuevo gobierno de Estados Unidos quiere revisar los acuerdos comerciales. Una cosa legítima, para lo cual la autoridad mexicana ya está lista”, expuso Gurría.

“Pero en virtud de señalamientos que se han dado de algunos cientos de empleos (...) se ha creado un ambiente bastante negativo, y creo que va a desaparecer cuando inicie el nuevo gobierno y haya confirmado el Congreso a todos los funcionarios del gabinete que van a hablar con los representantes del gobierno estadounidense”, dijo.

Gurría comentó que hay nerviosismo en el sector empresarial por la llegada de Donald Trump a la presidencia, sobre todo porque hay anuncios de empresas que modifican proyectos de inversión y también porque hay declaraciones del magnate en torno a que buscará imponer aranceles a productos mexicanos.

“Lo que no se debe hacer es poner obstáculos a las inversiones, los empresarios deben de tomar sus propias decisiones y encontrar sus caminos para desarrollar proyectos, no se les puede decir dónde les conviene producir”, enfatizó Gurría en alusión a las acciones que ha tomado Trump para que se cancelen proyectos en México y se lleven a Estados Unidos.

Además, especificó que ese nerviosismo y ambiente negativo tiene que ver con que hay un proyecto del presidente electo del país vecino para dar un trato muy favorable a las exportaciones estadounidenses y para imponer impuestos a las importaciones, lo que afectaría a los mexicanos.

Sin embargo, está por verse si esos gravámenes se apegan a las reglas internacionales y a los tratados de libre comercio.

El secretario añadió que en cuanto tome posesión Trump, el gobierno mexicano deberá establecer un diálogo responsable y activar a las empresas estadounidenses que tienen relación con México “para que ellas sean las que hablen, den su propio diagnóstico y expliquen la importancia que tiene el comercio con México”.

Sobre el ambiente de descontento que se genera en el país, Gurría dijo que no se puede solamente evaluar todo lo negativo, sino que se requiere hacer un esfuerzo por entender los problemas por separado.

Indicó que deben servir de lección los acontecimientos que registran otros países como Reino Unido con el Brexit, la llegada de Trump, el acuerdo de paz en Colombia, entre otros, y se debe pensar en la importancia de participar en una nación democrática.

“En lugar de decir vamos a vivir el mismo fenómeno, vamos a tomarlo de lección”, señaló.

Exige justicia

A pregunta expresa sobre la molestia de los mexicanos por los casos de corrupción, el gasolinazo, el alza de precios de productos, la falta de austeridad del gobierno y el incremento de gasto corriente en lugar de recorte, Gurría dijo que se debe exigir justicia.

“Hay que separar las cosas. Hay que exigir justicia cuando hay corrupción, hay que exigir que se tomen medidas de compensación para aquellos grupos más vulnerables, cuando tienen impactos por un aumento inaplazable e inevitable de los precios de las gasolinas, y hay que tener una vigilancia cuidadosa respecto del comportamiento de los finanzas públicas”.

Expuso que los mexicanos no pueden taparse los ojos y decir que todo está mal, confundir los temas, señaló. No hay que poner los desaciertos en la misma canasta, porque entonces no identificamos el problema y lo primero que hay que hacer es identificarlo, medirlo, calcular las consecuencias y después empezar a resolverlo.

A pesar de que la cuenta pública refleja que los recortes presupuestales que anunció el gobierno no se llevaron a cabo, el también ex secretario de Hacienda en el sexenio de Ernesto Zedillo, comentó que sí hubo tales y que, si bien pudo haber subido el gasto y aumentado la deuda pública y el déficit, era necesario para mantener los gastos en educación, salud, agua y vivienda.

Para Gurría lo que sí se puede decir es que en México “tenemos muchos retos y problemas, pero no se puede ignorar el avance que se ha tenido, como la colección de reformas”.

El también ex canciller del país comentó que ante el relevo de gobernador del Banco de México (Banxico), debido a la salida anunciada de Agustín Carstens, debe considerarse “la enorme cantidad de talento dentro del Banco de México y fuera”.

Asimismo, se refirió al puesto que Carstens ocupará como gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).

“Lo que nos debe llenar de orgullo es que de todos los gobernadores de bancos centrales del mundo, para el gobernador de todos los bancos centrales escogieron al de México. Eso nos debe llenar de orgullo”, destacó.

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