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Los hogares con ingresos de hasta un salario mínimo enfrentan este año una inflación inédita en medicamentos y servicios médicos, debido a la depreciación del peso y por la rigidez de la demanda.

De acuerdo con el Inegi, familias con ingresos de hasta 2 mil 220 pesos al mes, las más pobres del país, sufrieron una inflación sin precedentes de 5.33% en medicamentos y servicios médicos durante la primera mitad de octubre con relación a la quincena similar del año pasado.

No se había registrado un aumento de tal magnitud para cualquier estrato de ingreso desde que hay registro comparable, a partir de 2011.

Las familias que perciben entre 2 mil 221 y 6 mil 661 pesos toleraron un aumento de 5.04%, mientras las que ganan entre 6 mil 662 y 13 mil 222 pesos soportaron 4.68%.

Los hogares con ingresos superiores a 13 mil 222 pesos resistieron una inflación de 4.78% en medicamentos y servicios médicos.

La última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi reveló que los hogares mexicanos destinaron 2.5% de su gasto total a cuidados de la salud durante 2014, aunque las familias más pobres asignaron 2.8%.

Para Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, los resultados reflejan una mayor inflación en medicamentos y servicios médicos que consumen las familias con menor ingreso monetario del país.

Consideró que los medicamentos subieron de precio debido a la depreciación del tipo de cambio y porque su demanda es muy inelástica, es decir que la variación de su precio apenas afecta la cantidad consumida.

En un principio, los comerciantes que importan medicamentos absorbieron el impacto de la depreciación del peso para así no trasladar la totalidad a los consumidores, con el fin de ganar participación en un mercado altamente competitivo, opinó Alejandro Cervantes.

Sin embargo, expuso que la depreciación significativa que se acumuló desde principios de año “ha hecho imposible que los comerciantes puedan absorber el costo, y decidieron trasladarlo en mayor medida al consumidor”.

“Es una tendencia (la mayor inflación en medicamentos) que vamos a seguir observando a futuro, pues van a seguir reflejando la depreciación del peso, principalmente los más especializados porque la mayoría se producen fuera de México”, estimó.

Cervantes advirtió que una depreciación adicional del peso es el principal riesgo para el precio de los medicamentos a futuro.

A finales del mes pasado, la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm) afirmó que el precio de las medicinas importadas va a subir hasta 35% este año.

El anuncio se dio luego de que el dólar se cotizó en más de 20 pesos por primera vez en la historia.

“Todos los medicamentos suben porque la sustancia activa y materia prima se compran en dólares y los medicamentos más afectados son para la hipertensión o diabetes, estos son los productos que más suben”, manifestó Juvenal Becerra, presidente del organismo que agrupa a 5 mil 600 farmacias en México.

El empresario detalló que el precio de medicamentos nacionales acumula un incremento de 10% en el año y los importados 20%, pero anticipa un segundo aumento de 15% para ambos tipos de fármacos, debido a la depreciación del peso.

En su momento, Víctor Soto, director general de la distribuidora de fármacos genéricos Levic, expuso que el tipo de cambio es clave en la industria farmacéutica porque la mayor parte de materia prima para producir fármacos es importada, lo que generó alzas constantes en precios de medicinas en los últimos dos años.

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