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México se ha rezagado respecto a las mejores experiencias internacionales en cuanto a la producción y en la normativa aplicable a las gasolinas con ultra bajos niveles de azufre, lo que se traduce en una mayor contaminación, señalan especialistas.

En octubre de 2015 se publicó una norma de calidad de emergencia, la NOM-EM-005-CRE-2015, que establece las especificaciones de calidad de los petrolíferos a partir del 31 de enero de 2016, y que indica que se deben distribuir gasolinas regular y premium con contenido de azufre de entre 30 a 80 partes por millón, nivel similar al de la norma previa.

Felipe Sánchez, investigador de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del IPN, expuso que el estándar internacional es de 50 partes por millón.

El parámetro para México es similar al de Estados Unidos, pero a partir de 2017 se ajustará a un rango de 10 a 80 partes por millón en el vecino país. En Europa, el contenido permitido de azufre es de 10 partes por millón, tanto para gasolina como diesel.

“Tenemos un desfase de aproximadamente 10 años en la producción de ultra bajo azufre, el parámetro mundial es de 50 partes por millón”, dijo.

Afirmó que países más avanzados como Japón empezaron la producción de combustibles UBA (ultra bajo de azufre) desde 2005 y 2008.

Los expertos coinciden en que la gasolina de Petróleos Mexicanos (Pemex) cumple la calidad de las normas vigentes en el Valle de México, pero advirtieron un rezago respecto a las tendencias mundiales para el cuidado del medio ambiente, por lo que consideran actualizar la normatividad.

Areli Carreón, integrante de la campaña de Movilidad de Greenpeace, explicó que en comparación con otros países, la gasolina es de menor calidad porque los niveles de exigencia son diferentes; destacó que en México la NOM-044-SEMARNAT-2006, que fija los límites permisibles de emisión de hidrocarburos del escape de motores, no es lo suficientemente estricta.

“Es buena [la gasolina] en el sentido que cumple con los estándares del país. Lo que tendríamos que preguntar es si la norma es lo suficientemente exigente como debería, y ahí tenemos un espacio para avanzar”, apuntó.

“Estamos entrampados en una situación donde todos reconocen que es importante mejorar la calidad, pero nadie da el primer paso”, lamentó.

Y es que el gobierno mexicano permite el uso de oxigenantes como el metil tert-butil éter (MTBE), que ya no se utiliza en algunos países que tienen mejor calidad en sus combustibles, aseguró el investigador del Centro Mexicano para la Producción más Limpia del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Raúl Hernández.

La NOM de emergencia que emitió la Comisión Reguladora de Energía en octubre de 2015 es “muy permisiva”, al aprobar el uso de compuestos más contaminantes, dijo.

Pablo Zárate, vocero de la Asociación de Combustibles Eficientes de Latinoamérica (ACELA), consideró que México se mueve en la dirección correcta, que en el mundo se ha traducido en moverse hacia bajos contenidos de azufre.

“La norma que tenemos no puede estar en el primer nivel de calidad de combustibles, porque hay países que tienen normas más estrictas, pero sí podría estar en la media”, añadió.

A pesar de que la normatividad pide que el nivel de azufre de las gasolinas en el país se ubique entre 30 a 80 partículas por millón, no se observa una reducción en los contaminantes, dijo el investigador del Instituto de Física de la UNAM, Héctor Riveros. “El monóxido de carbono se mantiene, no hay muestra de que el azufre de los combustibles ha bajado”, aseguró.

Normativa múltiple. Gisselle García Maning, analista de Política Pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), explicó que luego de la publicación de la norma de calidad emergente, la definitiva debe ser publicada en octubre de este año. Ese proceso se desarrolla en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria.

“No se sabe si la gasolina que nos distribuyen está a 15, 30 o 50 partes por millón, o a lo mejor siguen en 500; no podemos saber, porque es sumamente costoso ese monitoreo”, explicó.

Destacó que todavía se podría llegar a niveles más óptimos de azufre tanto en gasolina como en diesel, e incluso llegar a 10 partes por millón.

En ese punto coincidió la líder del programa de aire limpio para México del Consejo Internacional sobre Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés), Katherine Blumberg.

“Sería mejor tener 10 partes por millón” en la normatividad mexicana, dijo. Sin embargo, agregó, también debe cambiar la regulación para los vehículos, porque se necesita una gasolina menos contaminante y autos que se apeguen a mejores estándares.

El ex secretario de Energía, Jordy Herrera, afirmó que la norma de combustibles debe ser respetada, y en caso de que se demuestre lo contrario, es necesario aplicar sanciones.

“Si hasta el año pasado el único que estaba importando era Pemex, ellos son los que deben cumplir”, afirmó el titular de la Sener entre septiembre de 2011 y diciembre de 2012.

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