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Con la meta de producción de petróleo crudo fijado para efectos de precriterios presupuestales de 2017, estimada en dos millones 28 mil barriles diarios, México estaría dejando de producir un millón 354.8 mil barriles diarios en promedio entre 2004 y 2017.

En el cuarto año de la administración del ex presidente Vicente Fox, México registró el máximo volumen de extracción de aceite, tres millones 382.9 mil barriles diarios.

A partir de ese año, la producción ha venido en declive y con las previsiones de 2017, se puede registrar una reducción en los niveles de extracción de hidrocarburo de 40.04% en ese lapso.

En la última revisión sobre la calificación de Pemex, Moody’s prevé que entre 2016 y 2018 la producción de petróleo baje en un promedio de 5% anual, consecuencia de la nula capacidad para realizar inversiones necesarias para estabilizar la producción.

De concretarse esta proyección, México está en camino de producir por debajo del umbral de los dos millones de barriles diarios que ha sostenido desde 2008, al alcanzar en el último año de la presente administración un volumen de un millón 926 mil barriles diarios.

Moody’s plantea que aún con la inversión que puede llegar con las asignaciones otorgadas en la Ronda 1, habría resultados “de forma gradual”, pues se basan en una nueva ley de energía y de impuestos que todavía deben ser aprobadas.

Según la Base de Datos Institucional de Pemex, las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto son las que han resentido la mayor caída de la producción de crudo en la historia de la industria petrolera.

En el primer caso, la plataforma de producción de crudo pasó de tres millones 75.7 mil a dos millones 547.9 mil barriles diarios, una baja de 21.7%, atribuible a la declinación natural de los campos, dado su estado de madurez.

Durante la presente administración, los volúmenes de extracción pasaron de dos millones 522.1 mil barriles a dos millones 28 mil barriles diarios (esta última cifra correspondiente a las metas fijadas en los Precriterios de Política Económica 2017), lo que representa una caída de 20.4%.

En este periodo, los cambios a la baja en la plataforma de producción son atribuibles a la declinación de campos, sobre todo de Cantarell, y a los recortes presupuestales que ha resentido Pemex: en 2014, 40 mil millones de pesos; en 2015, 62 mil millones; en 2016, 100 mil millones, y un cuarto recorte previsible para 2017, aún por definir.

Menores exportaciones y menor procesamiento de crudo. Los menores volúmenes de crudo disponibles por la reducción en la producción de los últimos 13 años, ha traído dos efectos significativos: México ha dejado de vender en los mercados externos casi un millón de barriles diarios en promedio y las refinerías están procesando cada vez menos, con el consecuente impacto en la obtención de petrolíferos como gasolinas.

En 2004, México colocó en los principales centros de consumo del mundo un millón 870 mil barriles diarios de la mezcla mexicana en sus tipos Istmo, Maya y Olmeca, de los cuales, un millón 481.9 mil barriles tuvieron como destino final el mercado norteamericano (79.2% del total de las exportaciones de aceite).

Para 2017, según autoridades hacendarias, México puede exportar 873 mil barriles diarios, 997 mil barriles menos que hace 13 años.

En materia de ingresos por exportaciones, México logró 49 mil 379 millones de dólares en 2011, considerando que el precio promedio de la mezcla fue de 101.1 dólares por barril.

Con los parámetros de un volumen de exportación de 873 mil barriles diarios a un precio de 35 dólares para 2017, México puede recibir alrededor de 11 mil 152 millones de dólares.

Para el año próximo, México va a vender su petróleo 66 dólares por barril más barato que en 2011 y enviando al exterior casi un millón de barriles diarios menos.

Por si eso fuera poco, el Sistema Nacional de Refinación integrado por las refinerías de Tula, Salamanca, Cadereyta, Madero, Salina Cruz y Minatitlán procesan menos volumen de crudo.

En 2004 procesaron un millón 303.3 mil barriles diarios de petróleo crudo en promedio.

En 2015 apenas fueron un millón 64.5 mil barriles, una reducción de 18.3%, equivalente a 238.8 mil barriles que no fueron transformados en derivados como gasolinas.

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