Los cambios disruptivos, tanto en el ámbito tecnológico como en el humano han sido la fuerza detrás de los procesos evolutivos de nuestra civilización. El ritmo al que estamos estableciendo nuevos límites para el poder de nuestra imaginación cambia de forma constante y exponencial. Vivimos en una era donde el conocimiento es nuestro principal recurso y agente en la transformación tecnológica y sociológica.

Desde el inicio de los tiempos, el desarrollo de la sociedad se ha visto impulsado en gran medida por factores económicos. Al estudiar los cambios sistemáticos desde una perspectiva histórica, podemos resaltar algunas de las principales corrientes ideológicas y económicas que modificaron a nuestra sociedad: el feudalismo, el mercantilismo, el comercio internacional, las revoluciones industriales, el capitalismo, la era digital y la de información.

Hemos hecho la transición de una economía agrícola a una industrial gracias al impulso de las innovaciones científicas, la cuales comenzaron a surgir con mayor frecuencia durante la Revolución Industrial y transformaron radicalmente el status quo de la economía, el comercio, las finanzas y el ser humano. Posteriormente, nuestra sociedad empezó a enfrentarse a una serie de restructuraciones continuas que nos ha llevado a un contexto donde el conocimiento y los avances tecnológicos son el motor del cambio.

Estos cambios han adquirido un efecto prácticamente inmediato, es decir, los lapsos entre la invención, explotación y difusión de un producto o servicio son mucho menores actualmente, y cada invento se ha convertido en inspiración para el siguiente. Nos encontramos en una era donde el eje central es la información, ya que ésta a su vez impulsa día a día al ser humano a innovar y transformar la realidad en la que vive. El siguiente paso, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) será el concepto de una sociedad del conocimiento, la cual ha de promover los derechos humanos y ofrecer un acceso universal del conocimiento.

En un mundo de transformaciones constantes e inmediatas es necesario enfocarse en las megatendencias globales que determinarán nuestro futuro. De acuerdo con el especialista John Naisbitt, las megatendencias se definen como un cambio general en el pensamiento u enfoque, con la capacidad de afectar a países, industrias y organizaciones. Son patrones o cambios en actividades a través de un periodo largo de tiempo con gran impacto en la sociedad y, por lo tanto, su importancia radica en la habilidad de los individuos para utilizarlas como fuente en la creación de estrategias futuras.

En este contexto, la ponencia IMEF 2015, máxima investigación anual del Instituto, plantea en su primer capítulo, titulado: La evolución histórica de los negocios, la identificación de cinco megatendencias: cambios demográficos, referente a los cambios en la población y las oportunidades y retos que esto genera en un planeta con 8 mil millones de personas pronosticadas para 2025; cambios del poder económico, concepto enfocado a una economía global que se reestructura a sí misma y en la que se espera que los mercados emergentes desafíen a las economías desarrolladas; urbanización acelerada, donde se subraya el crecimiento de la población urbana a la que cada semana 1.5 millones de personas se unen, y aunque solo ocupan 0.5% de la superficie mundial, consumen 75% de sus recursos; cambio climático y escasez de recursos, relativo a un mundo más poblado y urbanizado que demanda cada vez más recursos finitos para el planeta; y avances tecnológicos, megatendencia basada en el hecho de que el estado de las cosas y personas no puede cambiar o competir sin responder a los cambios tecnológicos.

De esta forma, la ponencia IMEF 2015: Hacia una nueva economía. Un enfoque disruptivo en los negocios, analiza en su primera fase cómo se consideraba antes a la tecnología para satisfacer alguna necesidad, y contrapone la idea actual de que la tecnología la genera, lo cual nos lleva a preguntar ¿hasta qué punto y cuándo será sustentable continuar con este ritmo transformador inducido por las innovaciones tecnológicas? La propia investigación da cuenta de ello y puede ser consultada en www.imef.org.mx

*Presidente de la Fundación de Investigación del IMEF y de Ponencia IMEF 2015

jose.antonio.quesada@mx.pwc.com

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