cartera@eluniversal.com.mx

La reducción del impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas, que avaló ayer el Pleno de la Cámara de Diputados, no va a disminuir el precio de los productos y representa un regalo de 520 millones de pesos para las empresas del sector, expresaron especialistas y legisladores.

Los legisladores de la Cámara Baja del país aprobaron disminuir en 50% el impuesto de un peso por litro para refrescos y bebidas azucaradas que tengan hasta 5 gramos de azúcar añadida por cada 100 mililitros, con efecto a partir de 2016.

“Se trata de un retroceso grave y muestra que la postura de los legisladores fue susceptible a los cabildeos de las empresas refresqueras; 5 gramos por cada 100 mililitros representa seis cucharadas de azúcar en una botella de 600 mililitros, lo cual rebasa el límite de 25 gramos recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Esto es un regalo para las refresqueras, porque no van a bajar el precio de sus productos, es un retroceso que afectará la salud de los niños, muchos de estos van dirigidos a la población infantil”, dijo Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

Legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) dijeron que los recursos que se van a dejar de recibir por parte del IEPS a bebidas azucaradas representan 520 millones de pesos, más del doble del presupuesto requerido para el Sistema Nacional de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y del Partido Acción Nacional (PAN) avalaron la propuesta, mientras que las bancadas del PRD, Movimiento Ciudadano y Morena buscaban rechazarla.

Al ser cuestionada sobre el impacto de la reducción del impuesto en productos infantiles, Gina Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, dijo que “no nos metimos al análisis tan detallado si es o no para niños” y agregó que su objetivo fue promover el apoyo a los productores de estas bebidas.

Luis Manuel Encarnación, director de la organización civil ContraPeso, calificó el dictamen como un “gran retroceso” que va a acabar con el aumento en el consumo de agua y la lucha contra la obesidad infantil.

Analistas de Grupo Financiero Monex y Banco Ve por Más rechazaron que el nuevo régimen tributario derive en una reducción de precios en los refrescos, aunque va a beneficiar a las empresas en cuanto a la cantidad de dinero disponible.

“No creo que impacte en los precios, estamos en un entorno complicado por el tipo de cambio. La medida ayudaría a crecer volúmenes y por el tema de competencia será complicado saber cómo lo manejará cada empresa”, comentó Verónica Uribe, analista de Monex.

José María Flores, analista de Ve por Más, anticipó que los consumidores se van a molestar si no hay una reducción de precios, aunque sea de forma paulatina o a mediano plazo.

Mercedes Juan López, secretaria de Salud, recordó que este gravamen ha sido una medida que ha ayudado a la salud y que hay evidencia que su consumo ha contribuido a la obesidad y diabetes, de acuerdo a estudios del Instituto Nacional de Salud Pública.

“Hay datos que demuestran que [la aplicación de un gravamen a las bebidas azucaradas] ha disminuido el consumo de refrescos y aumentado el consumo de agua”, expuso.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses