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La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública aprobó en lo general —con 30 votos a favor, del PRI y PAN; cuatro en contra, de Morena, y cinco abstenciones, del PRD— la reforma para que el gobierno federal pueda usar el remanente del Banco de México (Banxico) para pagar deuda pública y reducir el déficit fiscal.

El dictamen de la comisión, con proyecto de decreto, para adicionar el artículo 19 Bis de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) plantea que se destine el importe de 70% del remanente a la amortización de la deuda pública del gobierno contratada en ejercicios anteriores, o para disminuir el déficit presupuestario que en su caso haya sido aprobado en el ejercicio fiscal en que se entere el remanente, o bien una combinación de ambos.

El monto restante se destinará a fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios o al incremento de activos que fortalezcan la posición financiera del gobierno federal.

El presidente de la Comisión de Presupuesto, Baltazar Hinojosa, negó que con este cambio se viole la Ley del Banco de México y su autonomía, que le prohíbe financiar al gobierno federal.

La reforma argumenta que al disponer de esos recursos se permitirá fortalecer la posición financiera del gobierno y se contribuirá a reducir la volatilidad de las finanzas públicas.

“Contribuirá a fortalecer el marco macroeconómico y a incrementar la certidumbre sobre la sostenibilidad de la deuda pública, lo cual se refleja en menores costos y mayor acceso a financiamiento de la sociedad y del gobierno federal en beneficio de las familias mexicanas”, se establece en la exposición de motivos del dictamen.

El dictamen se presentará ante el pleno el lunes próximo. De aprobarse, se aplicará a partir de 2016 respecto al remanente que en su caso se genere este año, y para años subsecuentes.

Despierta inconformidad. Los grupos parlamentarios del PAN, PRD y Morena en la Cámara de Diputados se opusieron a la posibilidad de que el gobierno destine 70% de los remanentes de Banxico a pagar deuda o aliviar el déficit. Propusieron transparencia en esta operación y que sea el Congreso de la Unión la entidad que autorice el movimiento.

El secretario de la comisión, Vidal Llerenas, de Morena, dijo que no solamente deberían destinarse esos recursos a pagar la deuda pública, sino para la inversión.

“Estaría en contra de esta redacción, debería decir el uso para la inversión, y que también que el Congreso fuera el que decidiera, dado que es la pérdida de un activo de una institución estatal”, comentó el legislador de izquierda.

En tanto, la panista Minerva Hernández coincidió en que es importante que el remanente se canalice a la deuda pública, pero dijo que “ los mexicanos no tienen por qué pagar el déficit del gobierno”. También sugirió que los excedentes vayan a inversión o al fondo de estabilización.

La legisladora del blanquiazul sugirió que los excedentes sean repartidos en terceras partes, es decir, una a deuda, otra al fondo de estabilización y el resto a la inversión.

A su vez, el secretario de la Comisión de Hacienda, el priísta Jorge Estefan Chidiac, se dijo complacido de que por primera vez se hable de transparencia en este rubro, al conocerse cómo aplicará el gobierno estos recursos, lo que envía una señal de estabilidad a los mercados.

“Esto hace mucho más transparentes los recursos del Banco de México, abona en reducir la discrecionalidad. Hoy se puede gastar en lo que sea, y a partir de estas reformas tendrá que ser [destinado] para deuda o al fondo de estabilización”, comentó.

El perredista José Antonio Estefan Garfias comentó que los legisladores deberán razonar muy bien su voto en este rubro, pues dijo que por un lado celebra la transparencia, pero no se está dejando nada para una posible devaluación.

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