En el segundo trimestre del año, el Índice de Confianza del Constructor cayó a 49 puntos, luego de que en el primer trimestre del año registró 49.8 unidades, situación que ratifica la incertidumbre económica entre los empresarios del sector en los primeros meses del año, informó ayer Bimsa Reports.

Se trata del tercer trimestre consecutivo, desde el inicio de la crisis de la industria de la construcción en 2013, en que cae el índice de confianza.

Las bajas expectativas económicas a corto y largo plazo, la falta de obra pública y un resultado negativo en el uso de maquinaria pesada fueron los factores que más influyeron en el desánimo de los empresarios del rubro.

El subíndice de largo plazo, que mide el panorama general de la industria, se redujo a 51.4 puntos, el menor nivel de los últimos siete trimestres.

“La percepción sobre el desempeño económico de la industria en el último año y la expectativa para los siguientes 12 meses se encuentra en uno de sus niveles más bajos”, puntualizó Bimsa Reports.

Entre los factores que impiden una mayor ejecución o desarrollo de obra, 49% de los encuestados mencionó la existencia de barreras; 26.1% la falta de inversión; y la falta de liquidez por parte del contratante de obra con 25.9% de las menciones.

Bimsa destacó que además del entorno meramente económico, los empresarios hicieron énfasis en la falta de transparencia en el proceso de asignación y licitación de obra, factor que subió de 20.3% de las menciones en el primer trimestre del año, a 21.4% entre abril y junio de 2015.

“En el caso de licitaciones y contratos de obra pública, 1 de cada 3 empresas encuestadas considera que los favoritismos y componendas son un elemento determinante para la asignación de contratos”, recalcó.

“Si a esto agregamos el factor político, 6 de cada 10 constructores consideran que los favoritismos, componendas y los factores políticos pesan más que aspectos estrictamente técnicos y económicos cuando se asignan los contratos de obra”, expuso.

Además, sólo 25% de los constructores considera que con el nuevo sistema anticorrupción, la asignación de obra será transparente e imparcial.

La encuesta también reveló que en el trámite de licencias y permisos de edificación, 18% de los empresarios ha tenido que hacer pagos en especie o en efectivo a las autoridades para obtener un permiso.

El presidente de Bimsa Reports, César Ortega de la Roquette, comentó que para que el ánimo de los empresarios mejore y se detone la construcción de obra tanto pública como privada, el Producto Interno Bruto del país debe crecer por arriba de 3%.

“En la medida en que no haya un crecimiento económico sólido derivado de todos los componentes de la demanda agregada del país bien disperso a nivel regional, vamos a seguir enfrentando problemas de confianza”, aseveró Ortega.

El economista en jefe de Bimsa Reports, Ricardo Trejo, agregó que los cambios en el gasto público para el próximo año obligarán a los constructores a recurrir más al sector financiero privado para conseguir recursos para fondear sus obras.

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