El país no será viable si continúa gobernado por una minoría electoral, o deposita como hasta ahora, todo el poder político en un solo hombre. Los desafíos del futuro inmediato ameritan la construcción de un gobierno plural, un gobierno de coalición que permita estructurar proyectos y reformas que transformen al país.

¿Son factibles los gobiernos de coalición en un régimen presidencialista? Yo considero que no. Ejemplo de ello es el Pacto por México que consolidó reformas estructurales que impulsarían al país, lo cual no ocurrió porque quedaron en manos de un presidente que será recordado por encabezar un gobierno que colapsó al país, lo llevó hacia una regresión autoritaria, de violencia y amplió las rutas de corrupción e impunidad de los gobiernos federal y estatales priístas.

Para corregir, tendríamos que empezar por reconocer la disfuncionalidad del sistema, la ineficiencia de los pesos y contrapesos que tenemos; de los pobres resultados de la división de poderes; de la inexistencia real de órganos autónomos. Incluso el federalismo es un diseño conceptual que no se cumple.

Si reconocemos que la alternancia en la Presidencia de la República dejó saldos de insatisfacción, porque no se tradujo en una transición democrática, se preservó la concentración del poder y los cotos de grupos y gobernadores, entonces prácticamente nada cambió y sigue la deuda social con los mexicanos.

Cambiar nuestro modelo de nación será posible si nos queda claro que la viabilidad del sistema político mexicano está en los contrapesos, pero éstos deben ser reales. Por ello se requiere que las distintas fuerzas conciban un proyecto de Estado que establezca las nuevas reglas de convivencia social, que rediseñe las instituciones que no han funcionado y consolide los mecanismos de control del poder.

Necesitamos poner a México por delante de los intereses partidistas o de grupo con el propósito de mejorar los niveles de vida de la gente; eso implica la transformación de un régimen que languidece en fase terminal; y explicar con claridad en qué consiste el cambio inteligente, que estabilizará al país y trazará una ruta de avance que se vea reflejada en el bienestar de las familias.

Es preocupante escuchar que las democracias pierden apoyo en América Latina, como lo alerta la encuesta del Latinobarómetro 2017, porque es la única vía de inclusión y cambio social pacífico; por ello debemos consolidarlas, de ahí la importancia de los gobiernos de coalición en el escenario actual de México: “gobernar en coalición permite expresar mejor los principales valores de la democracia”, señala Joan Ridado, en Comunicación Política y Gobierno de Coalición.

En la agenda de Por México al Frente proponemos explorar figuras como el Jefe de Gabinete, “propuesto por fuerzas políticas distintas a la del Presidente de la República, dentro de los que integren la coalición, con el fin de garantizar la pluralidad”, pero sobre todo que los temas planteados en la agenda se cumplan.

Por eso debemos pensar seriamente en el desmantelamiento del sistema presidencialista, para avanzar a uno que garantice la participación de la sociedad en los temas trascendentes para el país, por ejemplo, cerrar el paso a la corrupción y la impunidad.

México está herido, irritado y dispuesto a promover un cambio. Pero en los cambios también existe la reversa; y lo que México necesita es avanzar, no colapsar como hasta ahora, por efecto un régimen de gobierno agotado.

Ex secretaria general del PRD.
@Beatriz_Mojica

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