Finalmente se ha cruzado la barrera que separaba al mito de la realidad, y con esto nos referimos al cumplimiento de una de las reformas más controversiales de todos los tiempos: la del rubro energético.

Las consecuencias van llegando, como la firma internacional de petroquímicos Gulf, que aterrizó en nuestro país  y con ella, el anuncio de sus dos  próximas aperturas, una en CDMX y otra en la ciudad de Monterrey, NL.

Pero todo lo anterior es solo el comienzo, ya que los expertos en la materia de inversiones, calculan que los empresarios podrían destinar una suma que podría superar  la barrera de los 400 mil millones de pesos, con el fin de mejorar la infraestructura que actualmente existe en el país y dar cara a los nuevos competidores.

Al ataque. Actualmente, en nuestro país el negocio de los combustibles fósiles deja una derrama económica de más de 700 mil millones de pesos anuales, por lo que, no le caería nada mal al país un empujón más para expandir el capital interno bruto.

En este sentido, no solo las empresas transnacionales se verían beneficiadas sino también el desarrollo de nuevas propuestas de origen nacional. En este caso, grupo Hidrosina es quien ha dado el primer paso y desde el pasado 6 de junio inicio con la primer gasolinera ubicada entre las avenidas Insurgentes y Reforma, en el corazón de la capital mexicana, retirándose la etiqueta verdiblanca de PEMEX.

Caso similar es para Grupo LODEMO, quien comenzará operaciones al sur del territorio, específicamente en Mérida, Yucatán y aseguran, dicha estación mejorará sus servicios tal y como el modelo de negocio en el país vecino.

Por último, Grupo Eco, al norte del país, iniciará operaciones de forma similar en Tijuana, Baja california. En el caso de ambos grupos, se trata de un cambio de imagen, autorizado por PEMEX  con el fin de que los empresarios puedan independizar su imagen del oligopolio que es la empresa nacional.

Como tal, se trata de una prueba en la que según Petróleos Mexicanos, solo podrá participar un 20 por ciento de los servicios del grupo participante. Lo anterior es  un ejemplo de  lo mucho que esto puede permitir el desarrollo a los inversionistas en México. Si bien el periodo de prueba es solo de seis meses, con seguridad podrán mantener este cambio de imagen e independizarse paulatinamente.

Más beneficios. Otras petroleras con ambición de iniciar operaciones en México han sido:

Exxon, Shell y Chevron, mismas que han anunciado abiertamente su intención de hacer competencia no solo a Gulf sino a la misma PEMEX. La pregunta latente aquí para todos es: ¿Qué  
beneficios puede  causar en nuestro país?  Y la respuesta está en que, además de las 11 mil 281 estaciones que proporcionan empleo directo e indirecto a más de 400 mil mexicanos, la llegada de nuevos competidores podrá abrir un abanico de oportunidades para más personas. En el caso de Chevron, es conocido por sus estaciones de carga, mismas  que cuentan con servicios de mantenimiento para los autos, lo que generaria más empleos.

Por último, no hay que descartar el ejercicio económico que esto puede desarrollar, donde la competencia por ofrecer mejores precios, atención al cliente  y ubicaciones, desprenderá una calidad destacada en pro de nuestro servicio y una mejor forma de vida.

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