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Arqueólogos descubrieron una ofrenda con vértebras cervicales humanas, bajo uno de los pisos de la escalinata norte del Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, deidad mexica del viento, ubicado en la calle Guatemala en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y fue catalogada por los expertos como “única” por sus características, respecto a otras localizadas en estructuras del Recinto Sagrado de Tenochtitlan.

Los restos fueron descubiertos a una profundidad de 1.60 metros, en un espacio de aproximadamente 45 centímetros y muestran que la ofrenda la conformaban varios grupos de cervicales humanas que aún guardaban su posición anatómica original, con buen estado de conservación.

Un estudio antropofísico determinó que dichos huesos, que al parecer fueron depositados con los tejidos blandos, correspondían a una treintena de individuos, cuyas edades oscilaban desde los infantiles, de cero a seis años, hasta los juveniles, que eran más numerosos.

“Al hacer el registro y análisis de los grupos de cervicales que conforman la ofrenda, encontramos que pertenecían a 31 individuos entre infantiles, juveniles y adultos; en 18 de éstos había presencia del hueso axis (la segunda vértebra cervical), lo que es importante para profundizar en el conocimiento acerca de la técnica de desarticulación del cráneo”, explicó la antropóloga María García.

Los investigadores García, Fernando Orduña y Lorena Vázquez explicaron que el cotejo con fuentes históricas, principalmente con los códices, arroja una clara relación con el Juego de Pelota, hallado en 2014 durante los trabajos de salvamento del Programa de Arqueología Urbana, coordinados por el arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, quien comentó que el INAH tiene el propósito de continuar con las exploraciones en el lugar este año. Agencias

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