Bogotá.— Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejaron ayer en libertad a un militar que tenían retenido, pocas horas antes de iniciar hoy un alto el fuego en el marco del proceso de paz que protagoniza en Cuba con el gobierno colombiano.

El subteniente Cristian Moscoso fue herido el pasado 7 de julio en un combate en la selva del sureño departamento de Putumayo, cuando el ejército evitó un ataque de las FARC contra camiones cisterna que transportaban petróleo. Un soldado murió en ese combate, en tanto que otros dos militares sufrieron heridas.

El presidente Juan Manuel Santos confirmó la liberación del militar en su cuenta de Twitter, como resultado de una operación humanitaria que empezó el sábado pasado y en la que participó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), como ha ocurrido en anteriores entregas de secuestrados.

El jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, dijo que el soldado fue recogido por miembros de ese organismo y diplomáticos de Cuba y Noruega, que fungen de garantes del proceso de paz entre el gobierno y las FARC.

“Esta operación humanitaria ha sido posible gracias a la confianza que las partes depositan en el CICR, así como al acompañamiento de los países garantes”, dijo Harnisch. El subteniente fue ingresado con heridas leves al Hospital Militar de Bogotá, donde fue visitado por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, y el comandante del Ejército, general Alberto Mejía.

Las FARC habían anunciado el sábado que la operación humanitaria para entregar al subteniente estaba avanzando, pero la entrega se frustró inicialmente porque el mal estado del tiempo impidió a un helicóptero con emblemas del CICR aproximarse al lugar de la selva donde se produjo la entrega. El gobierno y las FARC, que negocian en La Habana desde noviembre de 2012, acordaron el pasado 12 de julio agilizar las conversaciones para llegar a un alto el fuego bilateral y definitivo.

Ayer la guerrilla ordenó a todos sus integrantes “cesar toda acción ofensiva” a partir de la primera hora de hoy, como habían anunciado, y pidieron “plenas garantías” al gobierno de Juan Manuel Santos.

Consideran que esta medida “práctica, de carácter humanitario”, es un “nuevo gesto” de su parte en el propósito de “pactar” con el gobierno colombiano “fórmulas cada vez más efectivas de desescalamiento del conflicto”. Sin embargo, el grupo sostuvo que “ninguna unidad de las FARC-EP está obligada a dejarse golpear por fuerzas enemigas y tendrá todo el derecho al ejercicio de su legítima defensa en caso de ataque”.

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