Apunto de cumplirse seis meses de 2018, he aquí mi lista de lo mejor que he visto en lo que va del año.

10.- Le sens de la fête - Dir: Olivier Nakache, Éric Toledano

Muchas comedias románticas terminan siempre en la boda, esta no será la excepción excepto porque en Le sens de la fête, los protagonistas no son la feliz pareja sino los meseros, cocineros, decoradores, cantantes y demás personal que tras bambalinas se encarga de que el día más feliz de tu vida sea, realmente, el día más feliz de tu vida. Una comedia inteligente e hilarante que desgraciadamente fue ignorada.

9.- El Vigilante - Dir: Diego Ros

El efectivo guión que poco a poco va creando atmósferas ominosas se beneficia de la excelente fotografía de Galo Olivarez, el diseño de audio de Miguel Hernández, las actuaciones de Leonardo Alonso y Ari Gallegos pero sobre todo por la dirección de Diego Ros quien logra construir un relato fascinante y escabroso que mantiene al espectador con la tensión y la duda pendiendo de un hilo. Una de las mejores cintas mexicanas que podrán ver este año.

8.- A quiet Place - Dir: John Krasinski

Así, A Quiet Place es una cinta que le exige al público la disciplina de guardar silencio (obviedad que sin embargo cada vez es más difícil que se respete en una sala de cine) pero es también una cinta donde el director se exige disciplina y cumple con el trato, entregando atmósferas ominosas, un relato bien armado y en general una película que juega con las posibilidades narrativas de un género que usualmente se limita al susto facilón.

7.- Sueño en Otro Idioma - Dir:  Ernesto Contreras

Entrañable, filmada con un lirismo muy particular, Sueño en Otro Idioma es una estupenda cinta sobre el rencor, el amor y el paso del tiempo, pero también sobre la tolerancia y la aceptación de uno mismo en sus virtudes y defectos. Todo funciona y emociona gracias a la habilidad de Contreras para armar y narrar esta historia mostrando madurez en el uso de sus recursos, lo cual hace de esta, sin duda, su mejor cinta hasta ahora. Una película que reflexiona sobre cómo los prejuicios destruyen todo: amor, amistad y tiempo.

6.- Hereditary - Dir: Ari Aster

Pocas veces un director en su ópera prima es capaz de mostrar tal habilidad para el manejo de las atmósferas, la dirección de actores y el uso de los recursos cinematográficos como lo hace Ari Aster en Hereditary. El director demuestra con esta cinta un profundo entendimiento no sólo del cine de terror sino del cine mismo, haciendo de esta pieza lo mismo una experiencia aterradora que un drama familiar alucinante que arrebata sustos a partir de los elementos más simples: la oscuridad, el silencio, o incluso el sonido que hace la lengua chocando con la pared interna de la boca. Simplemente impresionante.

5.- You Were Never Really Here - Dir: Lynsey Ramsay

Un rompecabezas para armar. ¿Cómo hace un cineasta para a partir de fragmentos de realidad narrar una historia? You Were Never Really Here es una destacada pieza de cine noir que se convierte en experiencia sensorial extrema, que hace a un lado el uso de diálogos para provocar al espectador con imágenes y sonidos, oscuridad y sombras, actuaciones y cine puro.

4.- Ready Player One - Dir: Steven Spielberg

Ready Player One es una de las cintas más ambiciosas en la carrera de Spielberg, es su Mago de Oz (1939), su Matrix (1999), su Inception (2010). Todos en uno solo. Es también su regreso, después de casi una década, al cine de ciencia ficción. Spielberg hace que la palabra “visionario”, vuelva a tener significado. Un hombre que no teme al futuro, pero que tampoco se olvida del pasado. 

3.- Lucky - Dir:  John Carroll Lynch

¿Para qué venimos a este mundo?, ¿qué sentido tiene todo este viaje? Reímos, lloramos, amamos y al final nos vamos tal y como llegamos: sin nada. ¿Qué queda por hacer entonces? La respuesta es uno de los mejores finales en el cine de 2018. Harry Dean Stanton rompe la cuarta pared y con ellos se despide de una carrera brillante, no sin rompernos el corazón y robarnos una última lágrima. Joya.

2.- Phantom Thread - Dir: Paul Thomas Anderson

Amor, enfermedad, servidumbre, posesión y entrega. Phantom Thread puede entenderse como un ensayo sobre la compathía: el amor vuelto paraíso e infierno, hechizo mutuo donde el poder de un hombre sucumbirá ante el deseo posesivo de una mujer. Si todo amor es eucaristía, aquí el sacramento es un ritual que empieza en el desayuno y acaba en un cautiverio suave, vampírico, enfermo, gótico, un odio que se vuelve  indistinguible del amor. La colonización del otro, el hechizo y la servidumbre mutua, “te quiero indefenso y tierno, solo para mi”. El amor como una de las peores enfermedades, porque es justo de la cual no te quieres curar. 

1.- Paddington 2 - Dir: Paul King

Paddington 2 entrega con éxito su mensaje primordial: cuando se es atento con los otros, todo sale bien. Lo hace a pesar de estos tiempos cínicos, eludiendo la cursilería barata o la melcocha facilona. Lo hace entregando una pieza de cine mayor, que no escatima en sus constantes intentos por armar secuencias originales que no niegan nunca sus múltiples influencias: el cine de Charles Chaplin, de Buster Keaton y, por supuesto, el homenaje visual constante al cine de Wes Anderson.

Paddington 2 no sólo es un filme inteligente, gracioso y divertido, sino que ahora, en los tiempos del Brexit, se ha vuelto contracultura. La nación ya no ve con buenos ojos a los extranjeros y bajo esa realidad no hay espacio para aceptar a un oso en sus filas, no por ser producto de la imaginación, sino por ser alguien “de afuera”.

Paddington 2 se vuelve entonces uno de los últimos reductos de esa cultura que se presumía cosmopolita y abierta al mundo. El Londres que recibía con los brazos abiertos a un oso de Perú se convierte ya no en una celebración a la cultura inglesa, sino en un relato de ficción pura.

-O-

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