ganó su primer juego como director técnico de Primera División. El Pity , más allá de la victoria ante el Atlas , importante en el tema del cociente, se fue emocionado, pues es algo que siempre buscó: “Soy el hombre más feliz. No es fácil, porque siempre a los jóvenes la exigencia es muy alta. Tenía clara una cosa, con nuestro plan de juego debíamos buscarlo y ser pacientes. Hoy había que ganar, los muchachos se entregaron al máximo. Este momento lo había soñado. Esto es para mi familia”.
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Respecto al juego ante los Rojinegros , dijo que las formas quedaron de lado: “Me tocó una etapa como jugador en esta institución y tenemos claro que hay juegos que había que sumar y este era un juego. Nunca voy a pensar en renunciar en hacer cosas que te lleven a ganar, hoy se tenía que sumar. A mí me traen para gestionar un equipo, que cualquier jugador se sienta importante. En el futbol es mucha competencia. A mí me traen para ganar partido. Hice los cambios para tratar de ganar. Era un duelo trascendental, no definitivo, pero era un partido para ganar”.