A principios de los años 70, para saber la programación diaria se tenía que consultar los periódicos. Las transmisiones iniciaban a las 8 de la mañana o hasta las 2 ó 3 de la tarde, según el canal; durante media hora antes, lo único que se veía y escuchaba en el televisor era el patrón cromático, o barras de colores verticales, y música de fondo para que el televidente pudiera ajustar los colores en su aparato