Un giro en su estrategia globalifóbica dio el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador con su viaje al Vaticano y la visita que hoy realiza a París para dar una conferencia en la Casa de América Latina de la capital francesa.

Muy tranquilo y quitado de la pena, el ex director de la Comisión Nacional del Agua reapareció en la escena pública. Durante los días de asueto de la pasada Semana Santa vivió su Waterloo por haber utilizado un helicóptero oficial para un traslado con fines privados.