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Seguimos con los antojitos...

11/09/2018 |23:06
Redacción El Universal
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Y es que la comida mexicana es in-fi-ni-ta, no por nada ha sido considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2010 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Así que, en honor a septiembre, el mes más mexicano de todos los meses, me sigo con otros platillos que son una delicia y que nos encanta comer pero que a veces tienen soy sumamente calóricos y eso preocupa.

El objetivo de este texto (y el anterior) es darte ideas para que puedas comerlos, recortándoles algunas calorías y sin que pierdan su chiste y su sabor.

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La semana pasada hablábamos de pozole, pollo con mole, chiles en nogada, enchiladas, tostadas, sopes y tacos. Esta entrega va hacia los tamales, el pan de muerto, los buñuelos, los tacos de carnitas, la pancita, birria y barbacoa, los pambazos y los tlacoyos.

¡Arrancamos!

Tamales: Es difícil reducir el contenido calórico en una pieza de tamal, pero lo que si puedes es comerte solo uno y no acompañarlo de pan, bolillo, atole, refresco ni nada que aporte más calorías de las que ya de por sí tiene.

Pan de muerto: Mi pan favorito de todos los tiempos. Se muy bien que está cubierto de azúcar y eso no nutre nada, pero qué le vamos a hacer. La recomendación es la de siempre, modera la cantidad. Ahora venden unos rellenos de crema, cajeta y no se qué más, esas sí no son buenas opciones. No solo porque destrozan la receta original sino porque aportan muchas más calorías de las que ya tiene. Acompaña tu trozo de pan con un café o te sin azúcar o con un vaso de leche sola, olvídate del chocolate.

Buñuelos: Harina frita y requete frita. Qué le hacemos, son deliciosos. La misma recomendación, modera la porción. Ponle poca miel de piloncillo y, si estas en Oaxaca, rompe el plato cuando termines.

Tacos de carnitas: La carne de cerdo ha sido víctima de las modas y satanizada por años con la idea de que tiene mucha grasa y de la mala. Eso es falso. Hay cortes de carne de cerdo que tienen menos grasa que algunos de res. Sólo hay que saber elegir. Para las carnitas pide maciza, no pidas cuerito ni vísceras. Cómete máximo dos o tres tacos si las tortillas son grandes y cinco o seis si son pequeñas. Ponle las verduritas que te ofrecen y no bebas refresco ni cerveza. Si los acompañas con un poco de guacamole y salsa aún mejor. El chicharrón déjalo de lado. Si quieres comer un poquito, no pasa nada, solo no exageres.

Pancita, birria y barbacoa: No tienen porqué ser eliminados de la fiesta, solo debes elegir cuándo y cómo comerlos. No exageres en tortillas, no los comas si tienen mucha grasa y mejor evítalos en la noche. Un plato puede tener hasta 800 calorías que, si te vas a ir a dormir, no vas a gastar por lo tanto se almacenará en forma de grasa corporal. Sin contar que puede quitarte el sueño y darte reflujo un platillo tan condimentado.

Pambazos: Deliciosos pero súper calóricos. Son fritos y suelen ser de papa con chorizo. Cómete solo uno y no le pongas crema. Tampoco lo acompañes de bebidas que aporten calorías.

Tlacoyos: Los dejo al final porque merecen una ovación de pie (¡me encantan!). Puedes combinarlos con lo que quieras y el relleno completa el aporte nutricional. ¿Sabías que si combinas cereales (harina de maíz) con leguminosas (haba o frijol) para el cuerpo es como si comieras carne? Así es, así de potentes son los tlacoyos. Obvio, no los frías, cómelos asados y si les quieres poner algo extra que sea lechuga (o cualquier verdura), pollo, queso fresco y salsa. No pongas crema. Un tlacoyo puede tener muchas calorías dependiendo del tamaño, hasta 500, así que no te pases y come uno solo. Si son chicos, dos.

Así pues, les deseo un mes increíble y un “fin de año” saludable. Nos seguimos leyendo por aquí.