"Entre lo que pienso que quiero decir, lo que creo que digo, lo que digo, lo que quieres escuchar, lo que crees que escuchas, y lo que realmente entendiste, hay muchas posibilidades de malentendernos". Esta frase es de Francois Garragnon, la cual me compartió la Doctora Mariela Pérez Chavarria, en alguna de mis clases de comunicación e imagen. Empiezo con esta frase, porque me parece que cada vez es más complicado tener una conversación con otras personas sin que estas entiendan algo que nosotros no queremos decir.

Tal parece que las conversaciones comunes dejaron de serlo, para parecerse más a una defensa de tesis, donde uno expone su tema y entonces hace un marco de referencia, en el cual se explica los conceptos claves, y que es lo que quiero que entiendas por esta palabra y entonces de ahí partir lo que te quiero comunicar.

Vivimos en una época donde todo parece ser ofensivo, y más en las redes sociales, donde se desdibujaron los rostros de una persona cuando te encuentras con ella, cara a cara, en cambio solo tenemos pantallas, o teléfonos inteligentes en los cuales vemos un perfil y entonces sin filtro alguno, a veces sin educación, y con todo el dolo que podemos albergar en nosotros, atacamos ese perfil, por una opinión, una imagen, o un mensaje que no nos pareció. El problema de pasar un mayor tiempo interactuando de esta manera; hablando con las personas a través de monitores o celulares, es que no desarrollamos habilidades sociales reales, solo nos conectamos pero no con las personas, y nos acostumbramos tanto a como hablamos y nos comunicamos por estos medios que lo queremos transferir a la vida real. Solo que en la vida real no podemos eliminar, bloquear a nuestros interlocutores.

El verdadero dialogo no es solo hablar con gente que piensa igual que nosotros, es hablar con personas que tienen pensamientos opuestos a los nuestros y entrar en debates sanos y educados, con argumentos, y razonamientos informados, de esta forma se fortalece nuestra consciencia y por supuesto nuestra tolerancia, y aceptación por lo diferente, pero como en las redes sociales simplemente bloqueamos entonces estas habilidades las vamos perdiendo.

Por otra parte hay poca responsabilidad en las palabras que se emiten en redes sociales, porque simplemente se puede borrar, pero lo que hizo sentir con ellas, eso difícilmente se elimina. Solo basta con tener presentes los problemas que se han desencadenado, con un mensaje mal interpretado en las redes sociales.

No me considero un critico de las redes sociales en sí, al final de cuentas estas son herramientas muy buenas y funcionales que no se puede discutir los grandes beneficios que han traído a nuestras vidas y al desarrollo del mundo entero, pero como lo mencioné, son eso, herramientas y no deben de sobrepasar nuestra propia humanidad.

Por eso es importante desarrollar nuestra habilidad de conversar cara a cara con las demás personas, las que estas a nuestro alrededor, como compañeros de trabajo o escuela, según sea el caso de cada uno de nosotros, pero encaminadas a fortalecer en nosotros la habilidad simplemente de charlar, de tener platicas amenas y enriquecedoras, y se debe de poner especial atención en las personas que forman parte importante de nuestra vida, con las que compartimos más tiempo juntos y las que significan más para nosotros.

Nada es más impactante como el poder de una buena conversación. Tan solo pensemos en nosotros mismos, ¿que nos ha dejado una huella más profunda, un mensaje de texto, o una buena conversación?

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