En México se toman decisiones a la ligera, sin hacer estudios profundos de los efectos de las medidas propuestas. Es el caso de la votación apabullante en la Cámara de Diputados, el pasado 28 de septiembre, para e liminar el horario de verano , es decir, el cambio periódico entre el horario de invierno y el de verano.

Si se mantiene el horario de invierno a lo largo del año, como se ha aprobado ahora, sucede lo siguiente en el centro del país: en enero, amanece a las 7:12 AM y se pone el sol a las 6:19 PM (once horas de luz). En junio, amanece a las 5:56 AM y se pone el sol a las 7:17 PM (13 horas de luz).

La idea de recorrer el reloj una hora con el horario de verano es que una hora de luz pase, en el verano, de la mañana (entre 5:56 y 6:56 AM) hacia la tarde (entre 7:17 y 8:17PM). El efecto es que la población goza de una hora adicional de sol por las tardes que no es tan útil en la madrugada.

Los enemigos del horario de verano argumentan, como hizo el Secretario de Salud, que el horario de invierno es el “horario de Dios”, lo que es una absoluta tontería porque los husos horarios son una convención humana. Si no se quiere mover el reloj cada seis meses, cualquiera de los dos horarios, el de verano o el de invierno, puede ser adoptado.

El único argumento de más peso que se ha esgrimido es que el cambio de horario le puede causar problemas cardiovasculares, o de otro tipo, a algunas personas. Pudiera ser, pero la evidencia científica es escasa y hasta ahora no se ha podido demostrar fehacientemente que esto se materialice en un problema importante de salud pública.

Lo que sí está bien demostrado es que la oscuridad por las noches provoca un aumento en los asaltos y crímenes en las ciudades. En un estudio realizado con datos de Estados Unidos se determinó que el cambio al horario de verano, al aumentar en una hora la iluminación solar por la tarde, disminuye los robos en 7% y las violaciones en 11%, un efecto que se mantiene durante semanas. Durante esa hora adicional de luz, los robos caen incluso 27%. En estudios que han comparado el grado de iluminación de las ciudades se ha establecido que mientras más obscura es una ciudad, más crimen sufre. En Estados Unidos el 65% de los asesinatos ocurre durante las horas de oscuridad.

Por eso, aunque en Estados Unidos se ha propuesto eliminar el cambio de horario, se plantea adoptar el horario de verano a lo largo de todo el año, de manera que se transfiere una hora de luz de la mañana hacia la tarde, pero de forma permanente. La misma discusión existe en Europa, en donde a pesar de que el Parlamento Europeo ha propuesto eliminar los cambios de horario, la mayor parte de los países, especialmente aquellos más al norte, planean mantener el horario de verano durante todo el año para tener más luz por las tardes.

El lector puede decidir por sí mismo: ¿qué prefiere, una hora adicional de luz después de salir del trabajo, para que en junio oscurezca no a las 7PM sino a las 8PM, o quiere esa hora de luz entre las 6 AM y 7 AM? Con el horario de invierno permanente, en el centro del país oscurece en enero a las 6:19 PM. Con el de verano oscurecería a las 7:19 PM. Estoy seguro, aun sin conocer las estadísticas precisas, de que el número de crímenes en México es mayor al oscurecer que al amanecer.

Yo pienso que bajo las condiciones de crimen y violencia que se viven en México a cualquier mexicano de a pie que se le pregunte optaría por la hora adicional de luz por las tardes, como planean hacer Estados Unidos y los países europeos mencionados. Solo en el caso de las zonas fronterizas en México se plantea que se puedan aclopar a los horarios de EU, si así lo solicitan.

Así que nuestros ilustres e ignorantes diputados federales, que nada investigan ni estudian, solo deciden, ya determinaron que el “horario de Dios” es el de invierno. Durante la discusión en las Cámaras, la morenista Irma Juan Carlos afirmó incluso que el horario de verano era el “horario neoliberal”. Otro diputado dijo que era el “horario del gobierno”. En lugar de realizar estudios estadísticos y de seguridad pública, o simplemente conectar el cerebro antes de tomar decisiones, los diputados se van por la vía fácil de la “justicia para levantarse”, como dijo uno de ellos.

El populismo ramplón está de plácemes.

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